Mbappé no tiene límite
UNA ASISTENCIA Y DOS GOLES DE KYLIAN PARA IGUALAR A MESSI EN LOS MUNDIALES
Francia muestra su poderío, con Griezmann de enganche y Giroud inspirado • Polonia da buena réplica pero no puede contener al 10 galo • Lewandowski anota de penalti en el último instante
A Kylian Mbappé hay que empezar a medirle con los más grandes. El francés, que en la víspera de los octavos pedía una oración por Pelé, no tuvo mejor forma de homenajear a O Rei que rebasar a Maradona y Cristiano e igualar a Messi en la tabla de máximos realizadores en los Mundiales. Dos golazos y una asistencia muestran a un futbolista a nivel superior, principio y fin de una Francia de nuevo imponente, imposible de contener por Polonia pese a su evidente mejoría.
Deschamps archivó las pruebas y recurrió a su guardia imperial para solventar unos octavos que parecían poco más de un trámite. Debieron ser los primeros sorprendidos por la respuesta de una selección que hasta la fecha había sido tan conservadora como su gobierno. Polonia equilibró el duelo disparando a sus carrileros. En la derecha sufrió Koundé, que saltó al campo encadenado (le tuvo que indicar el linier que se despojara de los collares), y por allí se lo pasó en grande Berezynski. Creó un par de ocasiones claras, una de ellas triple que salvaron Lloris, Theo y Varane bajo palos.
DOS JUGADAS CALCADAS
Esa calidad gala en el área propia se multiplica en la contraria. Comenzó ordenando Griezmann el tráfico, con dos pases verticales exquisitos, muy del nuevo rol que ha asumido el ‘Principito’. Espléndido. Pero la baza definitiva es Mbappé. Cash, que es un buen futbolista, le arrojó tibias y cúbitos para atraparle en carrera, sin éxito. El colegiado Valenzuela, poco átinado, no señaló los agarrones. Szczesny respondió en última instancia, sobre todo a un latigazo seco por su palo.
El meta polaco no pudo hacer nada contra la inspiración de Giroud, incapaz de hacer un gol feo. Vio controlar a Mbappé en el balcón del área, se escurrió en diagonal de su marca y resolvió el pase medido de Kylian con un control largo. Sin problema. Sacó la zurda y tiró trompicado, con bote, trompicado y eficaz. En un pestañeo habían descorchado el partido.
La ventaja de Francia puso cordura. A pesar de que Polonia no se rindió, Les Bleus controlaron el ritmo y apenas concedieron ocasiones. El colegiado anuló un monumento de Giroud, una chilena extraordinaria, al lastimarse Szczesny en la salida previa. Pitó falta de Varane para ahorrarse líos. El caso es que, con 20 minutos por disputarse, entró Milik para sumarse a la carga de la caballería polaca, pero Mbappé no dio opción.
Una contra conducida por Giroud y Dembélé desembocó al lado opuesto, donde Kylian controló con frialdad, armó la pierna derecha y colocó con el empeine interior con violencia. A la escuadra más próxima. Partido liquidado y cifras igualadas en Mundiales con Cristiano Ronaldo y Maradona. No se contuvo. Casi sobre la hora recibió de nuevo en esa banda izquierda, se echó atrás, levantó la ceja y colocó en la escuadra opuesta. Una bestialidad. El gol de Lewandowski, de penalti en el tiempo de prolongación, premió la generosidad polaca. No tuvieron posibilidad real de ganar ante Mbappé, que reclama la corona de rey del fútbol. Partido a partido.