Marca Mallorca

Jesús Vallejo renuncia a las vacaciones

EL CENTRAL ENTRENA CON EL CASTILLA DURANTE EL PARÓN LIGUERO

- SANTIAGO SIGUERO por Pablo Egea

Mientras apura los días para su debut en una Copa del Mundo. Vinicius Junior puede presumir de haber alcanzado en el Real Madrid un estatus por el que muchos

OCASIONES DE GOL

generadas gracias a las conduccion­es de Vinicius no hubieran apostado hace apenas un par de temporadas. Por suerte, entre esos pesimistas o cortos de paciencia no estaba la directiva del club blanco, que siempre apostó por un futbolista que ya es decisivo, a pesar de que sus 22 años invitan a pensar que aún tiene un margen de mejora al menos tan amplio como el que ya completó desde su llegada al club blanco en 2018.

Desde el primer día, Vini demostró tener algo muy difícil de ver en el fútbol. Se trataba de su capacidad para recibir lejos del área rival y, de una u otra manera, trasladar el balón a zonas de peligro. Cierto es que, muchas veces, su toma de decisiones no era correcta —un defecto del que aún no se ha librado del todo—, pero el brasileño era un acarreador nato. Cogía el balón y lo llevaba a la zona de la verdad.

En estos tiempos en los que todo en el fútbol se mide, se contabiliz­a y se milimetra, esas conduccion­es de Vini llaman la atención de los expertos de datos. Porque, aunque el extremo del Madrid es ya mucho más que un agitador, sigue brillando en ese aspecto del jugo. Es, de hecho, el jugador de la Liga que más conduccion­es ha realizado, por delante de dos futbolista­s que van a tratar de brillar al igual que él en el Mundial de Qatar: Ousmane Dembélé

No sorprende encontrar que, a nivel de Real Madrid, los siguientes en conduccion­es tras Vini sean Rodrygo y Fede Valverde, los dos jugadores que más están brillando junto al extremo izquierdo antes del Mundial. (Barcelona) y Nico Williams (Athletic). De hecho, el delantero azulgrana supera al madridista en conduccion­es por partido, pero Vini es el más letal de la Liga en este tipo de acciones. Gracias a ellas ha generado más ocasiones que nadie (34) y también más goles (tres), además de dos asistencia­s y propiciar hasta 20 disparos de su equipo.

El número de ocasiones generadas por Vinicius debe ponerse en el contexto adecuado, ese que recalca que el ex del Flamengo es a estas alturas el máximo goleador del Real Madrid, con 10 tantos, al tiempo que acumula cinco asistencia­s. De entre el resto de jugadores que ocupan las primeras posiciones en el ranking de conduccion­es, sólo Robert Lewandowsk­i presenta una cifra goleadora superior a la de Vini (18 dianas), algo que no pueden decir ni Dembélé (cinco) ni Williams (cuatro). Es la mezcla de esos dos aspectos lo que pone en valor la temporada de Vinicius, que además viene precedida por el curso 21-22, con hasta 42 acciones valor gol. 

Sin fútbol en las grandes Ligas por el parón del Mundial de Qatar, Jesús Vallejo no quiere oír hablar de vacaciones. El central aragonés ha renunciado a los días libres que tienen los futbolista­s durante estas dos semanas para entrenar con el Real Madrid Castilla. El zaguero se ejercitó a las órdenes de Raúl durante esta semana y repetirá durante la próxima con el único parón de estos fines de semana, tiempo en el que compite el segundo equipo blanco.

Trabajador ejemplar y siempre preparado para cuando le llegue la oportunida­d de tener minutos con su club, Jesús Vallejo es consciente de que debe estar al máximo nivel cuando regresen las competicio­nes tras el Mundial y por ello ha renunciado a las vacaciones.

Consciente de que el mundo del fútbol cambia de forma repentina y que las oportunida­des llegan cuando uno menos se lo espera, Jesús Vallejo afronta su carrera con la obligación de estar siempre preparado para ayudar a los suyos, algo que se vio en la pasada temporada cuando tuvo unos minutos en la eliminator­ia de la Liga de Campeones contra el Manchester City y fue uno de los destacados en los blancos.

Si hay alguien que confía en el rendimient­o de Vallejo es el propio Jesús y, por ello, el aragonés no tiene duda de que el trabajo debe ser constante. Entrenar durante el parón es una demostraci­ón más de su constancia.

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