UN TORNEO DISCRETO
El galés se marcha al descanso de un torneo en el que no ha dejado huella
Se acabó el Mundial para Gareth Bale, aunque es probable que muchos aficionados ni sabían que estaba. Más allá de un penalti bien tirado ante Estados Unidos, el galés ha sido la nada en Qatar. Como su selección, por cierto, que parece que se dio por sahueco tisfecha llegando a la fase final. Es imposible proponer menos en 270 minutos.
En el caso de Bale, da mucha pena que un jugador con tantas cualidades pase así por un Mundial. Recordemos: sólo tiene 33 años. Pero el fútbol hace tiempo que no le interesa demasiado, por eso prefirió pasarse los últimos tres años en Madrid sin jugar un minuto y decidió prepararlo en Los Ángeles, que no parece la mejor ciudad para ello. Una lástima, porque con su talento y su currículum merecía haber dejado huella. Se marchó lesionado al descanso y se despidió, muy serio, de los seguidores galeses. Su contrato en la MLS expira en seis meses.
RASHFORD YA LLEVA TRES
El del United abrió la lata al inicio de la segunda parte con un golazo de falta directa que hundió a Gales. A partir de ahí, recital del extremo, que marcaría el 0-3 tras una gran jugada individual. Empezó de suplente el Mundial, pero ya lleva tres goles y se está haciendo un en el once a base de actuaciones espectaculares. De lo mejorcito de Inglaterra.
INGLATERRA NO ES TANTO
Inglaterra ha cerrado la primera fase con siete puntos y un balance de nueve goles a favor y dos en contra. Con los datos en la mano parece una apisonadora, pero no lo es. No juega mal, pero tampoco es la quinta esencia y en defensa da muchas facilidades. Arriba sí que tienen dinamita con Kane, Foden, Rashford, Saka, Sterling, Grealish o Bellingham, que desde el centro del campo también ofrece mucha llegada. Pero fútbol, lo que se dice fútbol, no tienen más que España. Vamos, ni de lejos.
¡QUÉ AMBIENTE EN LA GRADA!
Ambientazo, con dos aficiones entregadas y que no dieron un solo problema a la policía. Es la tónica habitual en este Mundial de Qatar, que disfruta de una convivencia modélica entre hinchadas. En el caso de los ingleses, quizás la ausencia de la cerveza en los estadios tenga algo que ver.