No me gustan los lunes Sorloth se hace un monumento
ROBERTO PALOMAR Redactor Jefe de MARCA Cuatro goles. Al Real Madrid. Una brutalidad de un asesino del área. El noruego se convierte en el máximo realizador de Primera división
EEl partido de Villarreal deja algunas certezas. Arda Güler es un potro desbocado, Sorloth es una máquina de hacer goles. Militao no está para trotes como la final de Wembley y Courtois va a ser el portero titular.
Como diría el gran John Benjamin Toshack, Arda Güler tiene tanta calidad que sería capaz de abrir una lata de carne con su pie izquierdo. Es una barbaridad la facilidad con la que maneja la zurda. Ha jugado cuatro ratos mal contados y siempre ha dejado algo para paladares exquisitos. Ancelotti le ha puesto a hacer la mili, el chico ha sufrido, jugar en este equipo es muy caro, pero hay cosas que caen por su propio peso.
Pero bajo el foco se puso el noruego Sorloth. Un animal del gol, una bestia. Una especie de Halaand de andar por casa que te hace trajes a la medida para asaltar el Pichichi.
JESÚS NAVAS
No se recuerda en la historia reciente del fútbol español una gestión tan cochambrosa como la del caso Una situación que sólo tenía una salida posible: la entronización de
Jesús como santo y seña del Sevilla. Tuvo que ser el propio jugador quien sacara los colores de la directiva. El pequeño
reaccionó y la cosa se ha medio arreglado pero el aroma de chapuza sólo se esfumará el día que Navas, en diciembre, se vaya como lo que es: un paso de Semana Santa en el Sevilla.
JÜRGEN KLOPP
Hay entrenadores que están hechos para trabajar con determinados equipos. Lo estamos viendo con en el Madrid, un italiano que parece nacido en Chamartín. O en el Barça y en el Atlético. Esta simbiosis se da también en y el Liverpool: un rebelde para entrenar a un club rebelde. Un proletario en el equipo de los estibadores del río Mersey. El rey del ritmo en la ciudad de los Beatles. Se ha despedido de Anfield y todos saben que algún día volverá.
EL VAR EN INGLATERRA
Las que habrá liado el VAR en Inglaterra para que los inventores del fútbol se planteen prescindir de la cacharrería. No va a suceder. El fútbol profesional va a tener VAR siempre. Hubiera sido bonito dejarlo como el último reducto de primitivismo y, efectivamente, ir contra el progreso. Porque el fútbol ya nació avanzado. No ocurrirá pero, al menos, que el pataleo del Wolverhampton sirva para cambiar protocolos y afinar conceptos. Que el fútbol se acerque al fútbol de siempre.
Lo malo es que ya se dice que una de las posibilidades es que los entrenadores pidan la intervención del VAR. Mal vamos. El arbitraje es de los árbitros. Qué desastre.