Más patadas que fútbol
El equipo italiano se quejó de dureza por parte de los pericos • Su presidente se fue a por el árbitro al descanso
La visita del Espanyol a Castel di Sangro fue de todo menos amistosa. El partido se fue calentando con entradas a destiempo y con alguna que otra tangana, con su punto álgido antes del descanso. Osimhen se encaró con los suplentes del Espanyol, Lobotka se llevó una patada dura... y apareció Di Laurentiis en el césped. El presidente del Nápoles se fue a por el árbitro cuando pitó el final de la primera parte y le recriminó haber permitido lo que, a su juicio, fue una excesiva dureza por parte de los jugadores pericos.
Osimhen, faro y prácticamente única referencia del Nápoles en ataque, tuvo las mejores ocasiones pero no fue capaz de perforar la portería de un Lecomte muy serio, que dejó buenas sensaciones bajo palos de cara al inicio de LaLiga, sacando todo lo que llegó a su área.
El Espanyol también tuvo sus ocasiones e igualó sobre el césped un encuentro que no bajó en tensión y que sirvió a Diego Martínez para hacer las últimas pruebas y quedarse con un buen sabor de boca, aunque el empate ante un equipo de Champions League tampoco deja del todo feliz al Espanyol, que vio retirarse tocados a Darder y Melamed a pocos días del inicio de la competición. ●