Un julio de oro con triunfo rosa
Aunque tuvo un invierno complicado con alguna caída, Annemiek tenía claro que debía llegar al mes de julio en perfectas condiciones porque el calendario femenino encadenaba las dos grandes. Y justo el 10 de julio la holandesa vistió su tercera maglia rossa, tras haber vencido en las ediciones de 2018 y 2019. Se preparó a conciencia examinando partes del recorrido y en un paisaje en el que le encanta entrenar pese a que el clima a veces no le resulta favorable. Ganó dos etapas de las diez que componen la ronda italiana. En la cuarta, con victoria, agarraría el liderato y no lo soltaría ya hasta finalizar la carrera. Repetiría con un triunfo parcial más en la octava etapa, con un kilometraje corto pero montañoso. Sólo le quedaba hacer una buena recuperación para llegar en condiciones al Tour e intentar el doblete para entrar en la historia.