Yoga, taekwondo y Rafa Nadal ‘resucitaron’ a Götze
EL AUTOR DEL GOL QUE DIO A ALEMANIA EL MUNDIAL DE 2014 HA VIVIDO EN UNA MONTAÑA RUSA DESDE MUY JOVEN. UN PROBLEMA EN SU METABOLISMO LE HIZO TOCAR FONDO. AHORA, EN EL EINTRACHT, VUELVE A SONREÍR HISTORIAM
Hace una década, en el verano de 2012, poco se conocía en España de Mario Götze (Memmingen, 3-61992). Quienes estaban atentos al fútbol alemán sí sabían que en las filas del Borussia Dortmund, a las órdenes de Jürgen Klopp, maduraba un talento que ya en noviembre de 2009 había metido la cabeza en la Bundesliga, con solo 17 años. Esa temporada, la 2012-13, Götze se presentó a quienes no le conocían en la mediapunta de un Borussia Dortmund que llegó a la final de la Champions, que perdió ante el Bayern en Wembley, y que dejó en semifinales la impactante noche del
4-1 ante el Real Madrid con el póker goleador de Lewandowski.
Han pasado 10 años y aquel chaval en el que se notaban las marcas del acné en su cara vuelve a verse con el Real Madrid. Porque Mario Götze ha sido uno de los refuerzos del Eintracht, el campeón de la Europa League que se enfrenta a los de Ancelotti en Helsinki por la corona de supercampeón de Europa.
La vida de Götze en estos 10 años ha sido una brutal montaña rusa. El punto más alto llegó el 13 de julio de 2014, en uno de los templos del fútbol mundial: Maracaná. Suyo fue el gol en el minuto 113 de partido de la final ante Argentina, el que cosió la cuarta estrella a la camiseta de Alemania. “Muéstrale al mundo que eres mejor que Messi”, cuentan que le susurró Löw antes de mandarle al campo por Klose en el minuto 88.
Sin embargo, lejos de alcanzar el estatus de leyenda eterna como fue el caso de Iniesta en España, Götze entró en una fase descendente que le llevó hasta la irrelevancia. Porque en realidad, la noche de Río de Janeiro fue un oasis en un desierto en el que había entrado casi sin darse cuenta.
De Dortmund, su casa desde que tenía 9 años, salió de mala manera. Porque en abril de 2013, semanas antes de la final de Wembley, se supo que había fichado por el Bayern. Era la primera piedra del proyecto bávaro de Guardiola. En Londres sintió el rechazo de su afición por mucho que fuese un día histórico, continuación de
REGRESO A ALEMANIA
Tras dos años en la Eredivise, Götze decidió volver a jugar en la Bundesliga. las pancartas en el Westfalenstadion en las que se leía Götze raus! (¡Götze, fuera!).
LESIONES MUSCULARES
La caída fue constante hasta que en 2016 regresó al Borussia. Su valor en el equipo decayó hasta que en 2020 se marchó al PSV. Las lesiones musculares se convirtieron en fieles compañeras de viaje de Mario. Un problema en su metabolismo estaba detrás de tanto parón. Un trastorno en que inflamaba musculatura se convirtió en una pesadilla que le llevó a entrar en tratamiento. “Mañana comenzaré con la tercera etapa de mi programa de recuperación. Esto significa que voy a completar la prueba de rendimiento y podré comenzar a entrenarme con el equipo pronto. Estoy más que emocionado de regresar al estadio y al campo de entrenamiento”, explicaba Götze en sus redes sociales en el verano de 2017. Pero nunca volvió a verse al mejor Götze. Su cuerpo no funcionaba, su mente, tampoco.
Eso le llevó en 2020 a dar un paso atrás. Se marchó al PSV, a una Liga de menor impacto como la neerlandesa. Y en Eindhoven todo cambió.
LEMA Y NADAL
Su cabeza comenzó a funcionar de otra manera lejos de la presión que suponía el Borussia para su cabeza. Con el paso del tiempo se arrepintió de no haber aceptado la oferta para irse con Klopp cuando el entrenador llegó al Liverpool. Pero eso también lo enterró bajo una frase que se grabó a fuego en su cabeza: “¡Ir hasta el final!”
Götze encontró en el yoga una vía de escape. Lo practica al menos una vez a la semana en sesiones de tres horas y media. El taekwondo ha sido una de las formas a través de las que ha alcanzado un punto de forma que le permite ser importante ahora en la idea de juego de Oliver Glasner en el Eintracht.
Y en este manual de vuelta a la vida de Mario Götze está marcado en rojo una reflexión que le oyó un día a Rafa Nadal: “Trabajas mentalmente cuando sales de la pista todos los días. Todos. No te quejas cuando juegas mal, cuando tienes problemas, cuando aparece el dolor. No. Entonces pones buena cara y tienes una actitud positiva. Sales a la pista todos los días con la pasión de entrenar, día a día. Ese es el verdadero trabajo mental”. Y a esa filosofía se agarra el nuevo Götze.
Solo se puede sentir alegría por jugar ante ellos”
TRAPP PORTERO DEL EINTRACHT