Marca Sevilla

TODO LO QUE ME AYUDÓ LUIS ENRIQUE”

Dice el selecciona­dor que no es buena idea preguntar al jugador por su entrenador, pero en el caso de Morata no se trata sólo de fútbol

- MIGUEL ÁNGEL LARA / JOSÉ FÉLIX DÍAZ

Álvaro Morata (Madrid, 1992) se declara feliz. Y lo valora más que nadie. Porque su camino a ese estado de plenitud no ha sido sencillo. El 7 de España disfruta del presente, de la plenitud, pero no olvida por lo que pasó y a quien le ayudó cuando la felicidad era la otra cara de su vida.

Pregunta. ¿Cómo son los días después de ganar 7-0 en un Mundial?

Respuesta. Muy contentos y felices, pero ya ha pasado. Ahora comienza nuestro torneo de verdad. Son tres puntos y goles que nos pueden ayudar mucho en caso de complicars­e la clasificac­ión. Aquí cuando te despiertas parece que estás en un campamento con 15 años. Son todo buenas caras y buen ambiente. Es un gusto estar aquí.

P. ¿Se ven tan fuertes como pareció ante Costa Rica? R. Sí, lo vemos en los entrenamie­ntos. En la Eurocopa antes de empezar, estuvimos más espesos, con más dudas y ahora aquí todos sabemos

la robamos entre nosotros. Cuando te toca meterte dentro estás casi cinco minutos sin salir. Al final nos tenemos que agarrar a que podemos hacer eso a cualquier equipo. Ante Costa Rica parecía un rondo todo el campo. Tenemos que seguir así.

P. Ha empezado de suplente en el primer partido. ¿Significa algo o es una manera de motivarle más?

R. A mí me da igual. Estoy en un Mundial, pues como si no tengo que jugar más y que lo ganemos. Al final aquí se trata de sumar cada uno en lo que le toque. Los que somos más mayores tenemos mucha responsabi­lidad en cuidar y motivar a los que son más jóvenes. Yo hablo mucho con los que son más jóvenes: con Nico, con Ansu o con Yéremy. Tenemos muchas funciones, no se trata sólo de ser titular o suplente. La gente de la Federación aquí nos ha puesto muchas facilidade­s; los utileros, los fisios están todo el día trabajando. Somos todos uno.

P. Llevó el brazalete de capitán un rato en el debut. R. Sí, hasta que me di cuenta de que estaba entrando Koke también y fui corriendo a llevárselo, porque él es capitán antes que yo. Pero al menos la foto la tengo y la pondré en casa.

P. Se le ve como uno más de los chavales

R. Yo estoy en todos los grupos. Si me tengo que meter con ellos a jugar al ping-pong o a la Play lo hago, aunque he perdido un poco la práctica. También estoy encantando cuando estoy en la mesa con los veteranos.

P. Dicen los chavales que cuidado con Morata, que es el maestro de las rimas R. Tienen que tener cuidado sí, porque andan un poco despistado­s. Igual que cuando yo tenía su edad Iker estaba todo el día así conmigo.

P. ¿Alguna al entrenador? R. No, pero sí que se le hacen bromas. El otro día estábamos bromeando Llorente y yo con él y nos metía caña con una laca que tiene Marcos que yo le robo. Es una pasada el ambiente que hay entre todos y con la Federación también. Siempre tiene que acompañart­e la suerte en un Mundial. Aquí solo se respiran cosas positivas.

P. ¿Tanto le ayudó Luis Enrique el año pasado? R Muchísimo. Es difícil explicarlo. Confió en mí en el momento más difícil, no sólo de mi carrera porque he pasado otros momentos malos, de mi vida personal también. Sentía que tenía todo un país en contra, era una situación muy difícil y él se puso ahí y me defendió contra todos. Yo lo único que trato es devolverle esa confianza y todo lo que ha hecho por mí.

P. ¿Cuál fue el momento en el que más cerca lo sintió? R. He tenido muchos momentos, pero si me tengo que quedar con uno fue el día antes del segundo partido, contra Polonia. Estaba en el pasillo esperando, porque me tocaba hablar en rueda de prensa. Habían sido unos días brutales. Me levantaba y ni me apetecía mirar el móvil, solo hablaba con mi mujer, mis padres y mis hijos. Fui a la rueda de prensa sin ganas de hablar. Estaba esperando y le oí decir: “Morata y diez más”. Ahí supe que no sólo tenía que pensar en el campo, que tenía que darlo todo y que cuando me cambiara en los partidos me tenía que sentir muerto.

P. ¿Estamos ante el Morata más feliz?

R. Sí, segurament­e sí. Pensaba ‘¿Y si no voy a jugar nunca un Mundial?’. Los he visto todos por la tele desde que tengo uso de razón. Puedes pensar que si no tienes regularida­d en tu club, tienes subidas y bajadas de rendimient­o, quién sabe si nunca va a llegar la llamada para jugar un Mundial. Así que sí, segurament­e de mi carrera sea el más feliz.

P. Y se estrenó con gol. R. Mundial, gol y asistencia. Ayer me recordó un poco a cuando tenía 18-19 años, salí acelerado al 120%. El míster nos dice que ni al 80 ni al 120: al 100%. Al final marqué gol, le di un pase a Gavi, él también entró en la historia. Estoy muy contento.

P. ¿Quedan seis partidos de España en el Mundial? R Ojalá queden seis y ojalá nos queden muchos más a España como grupo junto y con el míster también.

Llegué a creer que tenía a todo el país en contra mía”

“Entonces fue cuando dijo lo de Morata y 10 más; me cambió todo”

“Este es el momento más feliz de mi carrera”

“Si ganamos

el Mundial me da igual no volver a jugar”

“Aprendí que no

podía luchar contra mí mismo

cada semana”

P. Japón puso el grupo patas arriba.

R. Es un Mundial muy difícil. Yo antes de que empezara el Mundial, dije que Japón podía ganar a Alemania y alguno de aquí dentro me miraba como diciendo que no. Son organizado­s, rápidos, tácticamen­te creo que son ordenados y son peligrosos.

P. Alemania, la sombra del 6-0 ....

R. Con Alemania es imposible que la barra de medir sea nuestro último partido contra ellos o su último partido contra Japón. Si miras sus jugadores y su historia es como para respetarle­s y para decir que es un gran equipo. Seguro que va a ser un partido totalmente diferente al suyo con Japón y al nuestro con Costa Rica. Alemania siempre es Alemania.

P. ¿Qué le ha gustado más del Mundial hasta ahora? R. Segurament­e ver seleccione­s que quizás a priori nadie confiaba en ellas, como el otro día Arabia Saudí: organizaci­ón, carácter, sabían qué hacer con el balón... Obviamente no me gusta ver a algunos compañeros míos sufriendo porque perdieron en ese partido, pero como aficionado al fútbol fue sorprenden­te y un gran partido.

P. 7-0, pero la gente tiene que tener claro que son prácticame­nte finales.

R. Sí, es así, tenemos que pensar ya en nuestra final contra Alemania. Como si fueran octavos. Si ganamos estamos dentro y ellos fuera. Tenemos que tomárnoslo con esa modalidad de eliminator­ia, si vamos con esa idea en la cabeza, seguro que nos va a ir bien.

P. ¿Hace ruta, pensado ‘por aquí puede tocarnos Brasil…? R. No. Mentiría si dijera que no nos hemos juntado todos a mirar quién te toca o quién no te toca. Es un Mundial, imagínate que digo que me gustaría jugar la final contra una selección, a priori, menor que el resto y luego pueden darte una sorpresa y ser más difíciles que ninguno, nunca se sabe. Es fútbol y como sabéis, cualquier cosa puede pasar.

P. ¿A quién ha puesto como ganador en la porra? ¿Y la final con quién?

R. España, contra Francia.

P. Dijo Alice, su pareja, que no sabía qué era un fuera de juego y que lo aprendió a la fuerza.

R. Sabe lo que es, porque me han anulado veintitant­os goles, como para no ser el maestro.

“Alemania siempre es Alemania, será como un cruce”

P. A ella no le gusta el fútbol, ¿cómo lo lleva?

R. No me gustaría que le gustara mucho el fútbol. Me gusta que me da esa tranquilid­ad cuando lo necesito y me regaña muchas veces cuan

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