JEAN PAUL GAULTIER
Con su firma recién adquirida por el grupo Puig, « l’enfant terrible » de la costura francesa revisa su trayectoria volviendo a los elementos que le han dado la fama; una colección de inspiración marinera en tonos azules con rayas y tatuajes como estampados de vestidos y abrigos ultrafemeninos. ¿ Por qué ha elegido este modelo como representante de la esencia de su colección? Este vestido encorsetado con tatuajes representa por sí solo el espíritu de la colección, que se desarrolla en torno a la idea del desnudo. Hace veinte años presenté una colección basada en los tatuajes y he retomado la idea ahora porque, en estos tiempos, ¿quién no lleva un tattoo? Pero en este caso son tatuajes efímeros muy chics. También he concebido el trench como un complemento: está cortado y puede ponerse directamente sobre el cuerpo a modo de vestido.
¿Qué supone esta colección en su trayectoria? He recuperado mis clásicos, las cosas que amo: la marinera, el trench, la mezcla de femenino y masculino... Y les he dado una vuelta. Son los símbolos distintivos de la rebeldía de una época, ahora que vivimos tiempos tan conformistas. Quería romper los códigos de la elegancia, hacer tatuajes chic y piercings de alta costura. ¿Cómo definiría usted eso que llamamos estilo? ¿Cómo es una mujer con ese don? Es una mujer que no deja imponer normas. Alguien con personalidad, que sabe usar la moda y la ropa para su confort y bienestar sin perder su identidad. Aunque lleve prendas potentes, va a ser su personalidad lo que destaque. Una mujer con estilo es una mujer que se conoce y eso le da una seguridad que evitará que la disfracen. En definitiva, es alguien que lleva la moda a su modo.