DULCE ELSA
ESTABA CLARO QUE 2012 SERÍA EL AÑO DE MAMÁ PATAKY. CUANDO SE VIVE UN NUEVO BABY BOOM ENTRE LAS CELEBRITIES, FUIMOS A SU ENCUENTRO PARA PREGUNTARLE QUÉ CLASE DE MADRE FAMOSA SE IMAGINA QUE SERÁ.
No hace falta ser un as para adivinar que fue aquí, en Londres, donde el guerrero Thor y la única actriz española que dispara a matar en Hollywood concibieron a su primer retoño. Elsa ríe cuando insinúo que el nuevo miembro de la familia será londinense de espíritu, aunque no lo sea de herencia genética. El pasado otoño fue ajetreado para Pataky. Pasó un mes en España, pero cada fin de semana regresaba al barrio de Notting Hill, donde fijó residencia con su marido hasta finales del año pasado. «No nos gusta separarnos –dice Pataky–. Para mantener una relación seria, un matrimonio, es necesario renunciar a tu egoísmo y ambiciones. Una pareja a distancia no puede funcionar. Hay que sacrificarse el uno por el otro.» Aunque temía instalarse en una ciudad lluviosa y gris –lo pasa muy mal con el frío–, le tocó un Londres soleado que les fue propicio. Esta mañana de cielo despejado ha atravesado la capital inglesa en la hora punta en que los padres llevan a sus hijos al colegio. Dos horas más tarde llama desesperada al portón de una espectacular finca próxima a Greenwich que fue morada siglos atrás del carpintero jefe en los astilleros reales. Sopla un viento gélido y la actriz enfila hasta la mansión medio mareada y sin fuerza para absorber el aire romántico del entorno. La chaqueta de lana que cubre su florido vestido de gasa es poco abrigo para el tímido sol londinense. Lo dicho: el frío es su peor enemigo, y hoy castiga con venganza. La calefacción se estropeó de madrugada y los técnicos que intentan arreglarla dejan las puertas abiertas cada dos por tres. La mirada cristalina de la actriz dispara ráfagas multicolor. Unas potentes estufas eléctricas ayudan a contener su arrebato de malhumor. Recupera la sonrisa en cuanto sube la temperatura.
DE MUJER DURA A MATERNAL
Elsa es la última estrella del cine de acción. Las mujeres duras, vengadoras y seductoras son su fuerte. Borda este tipo de personajes con sobrada seguridad y gancho sexual. Pero la belleza madrileña tiene ahora entre manos un proyecto más apasionante que los guiones llenos de explosiones y persecuciones espectaculares que se amontonan en su casa californiana de Santa Mónica. Un año después de su romántica y secreta boda con el actor australiano Chris Hemsworth, la pareja ultima los preparativos del nacimiento de su pequeño en primavera. «Siempre he querido tener varios hijos y estoy muy ilusionada. Me he quedado embarazada en el momento perfecto», exclama. Menuda pero curvilínea, su sonrisa no oscurece ni ante el avance, arriesgado para cualquier actriz, del reloj biológico. Elsa tiene 35 años –siete más que su marido– y evita planear su vida, convencida de que siempre hay tiempo y oportunidad para hacer realidad los sueños. «Cuando era más joven estaba obsesionada con el trabajo. Ahora me siento más relajada. Trabajo cuando quiero o tengo necesidad. Es un buen momento para tener mi primer hijo», asegura. Ha puesto su carrera en pausa y va ajustando sus hábitos a medida que crece su tripa. «Probablemente me perderé algún proyecto, pero asumo que es necesario sacrificarse por la familia. Supongo que esto le suce-
«HABRÁ DÍAS EN QUE NUESTRO HIJO ESTARÁ EXPUESTO A LOS FLASHES. NO LO OCULTAREMOS.»
de a cualquier madre trabajadora», afirma. Sobre el parto se está informando, antes de decidir, si dará a luz en un hospital, bajo el agua o en la intimidad de su hogar. «Vivimos cerca de la playa y me gusta hacer deporte al aire libre. Solía salir en patines o bicicleta, practicar surf y coger mi moto Ducati 750. Me encantan estas actividades y las estoy echando en falta muchísimo. Me tengo que aguantar, pero el tiempo pasa muy deprisa, así que no es un drama.» Al margen de los obligatorios ajustes, su vida de premamá transcurre «lo más normal posible » , con sesiones suaves de yoga y largos paseos diarios. «Con el embarazo tengo más tiempo para estar tranquila y pensar en nuevos proyectos», advierte. En 2011 abrió una veta profesional encargándose de la producción de « El tinto del verano » , la película que rodó en octubre en Barcelona. « Producir es otro de mis sueños. Tengo varias ideas – la adaptación de un libro y una historia original– y estoy buscando guionistas.»
LOS INEVITABLES PAPARAZZI
Hemsworth escuchó el « sí, quiero » que la famosa española negó a Fonsi Nieto o a Adrien Brody. La boda, en Navidad de 2010, sorprendió a sus respectivos fans tanto como su fulgurante noviazgo. «Nos casamos para confirmar algo que quieres que sea para toda la vida. La celebración continúa cada día. También los esfuerzos», apunta. Se conocieron a través de un profesor de pronunciación de inglés que compartieron en Los Ángeles. El flechazo fue inmediato, pero, incluso de casados, rara vez acuden juntos a las galas de Hollywood. También en Londres actuaron con discreción, aun- que los tabloides les cazaron saliendo de un restaurante de Mayfair. «No sabíamos que éramos caldo de fotógrafos», suspira Elsa. Y pensando en el futuro añade: «Habrá momentos en que nuestro hijo estará expuesto a los flashes de los paparazzi. Es inevitable. Pero vivimos con total normalidad gran parte del tiempo y buscaremos lugares que nos permitan más privacidad. No nos obsesionaremos con ocultar al niño. Mi hijo –sigue– estará donde nos lleve nuestra vida y trabajo. Lo que sí es seguro es que pasaremos temporadas en España». Incluso es posible que el bebé nazca en Europa si la agenda del padre mantiene el calendario de dos rodajes previstos en Inglaterra y Alemania.
ME LLEVA HASTA LO MÁS PROFUNDO
Pataky cree que el destino le acercó a su amor australiano. «Con 13 años me tatué en el hombro una runa vikinga formada por un trío de cruces: Inguz, talismán de la fertilidad. Los vikingos colocaban esas piedras en sus barcos para que los dioses les protegieran. Entre ellos está Thor y es alucinante que mi marido haya terminado interpretándolo. Un juego del destino», sonríe. Para reforzar el embrujo, registró como Inguz la compañía que montó para producir «El vino del verano». «La productora es una idea mía y nada tiene que ver con Chris. Él tiene que consolidar su carrera y luego ya se verá. Más que productor, puede ser un gran director. Tiene un talento especial para dirigir y me encantaría trabajar con él, no como actor, sino como realizador. Preparamos juntos los diferentes papeles que nos surgen y nadie me ayuda tanto como él. Me lleva hasta lo más profundo de un personaje.» Los castings son la pesadilla de un actor.
«ME GUSTAN LOS PAPELES DE VILLANA, ME DIVIERTEN MÁS QUE SER LA NIÑA BUENA.»
Cuando aún firmaba con sus apellidos oficiales, Lafuente Medianu, estuvo a punto de tirar la toalla, harta de las calabazas que recibió antes de entrar en la serie de televisión «Al salir de clase», en 1997. «Siempre cogían a la otra chica. Me desilusioné tanto que quise dejarlo y centrarme en los estudios de periodismo. No me merecían la pena los bajones que sufría cada vez que me rechazaban. Me esforzaba al máximo, pero en esta profesión la decisión depende de factores externos. Es frustrante, pero la vida es así», recuerda.
RÁPIDA Y FURIOSA
Aprendió entonces a no rendirse. «Cuando persigues un sueño hay que luchar a muerte. También hay que estar preparada psicológicamente para el rechazo.» Nunca más miró atrás, saltando de país en país, de una película a otra de mayor presupuesto. Con «Fast and Furious 5», la taquillera superproducción de 2011, adquirió visibilidad en el mapa de Hollywood. «El físico encasilla –advierte–. Siendo rubia y de ojos claros, no me ajusto a la imagen asumida de latina. También soy una mujer con curvas, no la delgadita que hace papeles dramáticos de sufridora. Por mi físico me surgían roles de mujer seductora y fatal. No me sentía a gusto porque no va en absoluto con mi forma de ser. Era la chica cruel y la gente me odiaba. Me costó acostumbrarme, pero luego me pareció más divertido que ser la niña buena.» «Fast and Furious 5» es la hoja de ruta que ahora siguen los directores para llegar a Pataky. En diciembre rodó en Londres el thriller «All Things To All Men», donde se mide, pistola en mano, con Gabriel Byrne, Rufus Sewell y otros actores de renombre. «Soy una viuda fría y calculadora. Y, por supuesto, fuerte y con carácter. Me proponen mucho este tipo de personaje, y por mí, encantada.» A pesar de todo lo que ha conseguido, según Elsa, «la lucha continúa y hay que seguir demostrando lo que vales». Ahora más y mejor acompañada que nunca.