VIDAS PARALELAS
PRADA Y SCHIAPPARELLI, A EXAMEN EN NY. por S. Alexandrovitch
La magna exposición que en mayo inaugura el Instituto del Traje del Metropolitan Museum de Nueva York lleva por
título «Elsa Schiaparelli y Miuccia Prada: so
bre Moda» . ¿Batirá el récord de entusiasmo y visitantes de la de Alexander Mcqueen el año pasado? Es posible, ya que el mismo título incita a la comparación, algo que atrae al gran público. Los comisarios Harold Koda y Andrew Bolton han encontrado el modo de exponer los paralelismos que pudieran unir a dos importantes creadoras como la Schiap, así llamada por sus amigos dadaístas en los años treinta, y Miuccia Prada, actual líder de influencia en el mundo de la moda. Obviamente, sólo esta última ha podido pronunciarse respecto a la exposición: «Demasiado formal, está enfocada en las similitudes: plumas ante plumas..., pero sin tener en cuenta que se trata de dos eras distintas, y que
Schiaparelli y yo somos opuestas...». Dicho de otro modo, para Prada no hay comparación posible. Aun así, no habrá sido difícil manipular las creaciones y genialidades de ambas italianas para establecer el diálogo que da título a la exposición, inspirado a su vez en los ensayos estéticos de Umberto Eco, ni encontrar afinidades en sus gustos e ideas, lo que, por otra parte, ocurre a menudo en un oficio que recurre al arte y su historia para interpretar y convulsionar el concepto de belleza. El dictado de los surrealistas, «la belleza será convulsa o no será», es precisamente el punto de partida: las dos creadoras, amigas de artistas de vanguardia – Cocteau o Dalí, la primera, Koolhaas o Baldessari, la segunda–, se han enfrentado sistemáticamente al buen gusto preconcebido y han demostrado que la belleza artificial está por encima de la natural, que lo chic suplanta a lo bello. El resto, plumas de gallo, tejidos sintéticos, trampantojos, contrastes inesperados, reducciones y descontextualización de materiales y desechos, se podrá ver extensamente; como el «objet trouvé» de sus comisarios y patronos, que no es en absoluto ni el de Elsa ni el de Miuccia.