CARGA EXPLOSIVA
EXMODELO Y ACTRIZ, STEPHANIE SIGMAN ES LA NUEVA CARA DEL CINE INDIE LATINO.
Su físico es la mezcla justa de la sensualidad de Rosario Dawson y la delicadeza de Teri Hatcher. Poco podía imaginar esta niña nacida en Ciudad Obregón (México) en 1987 y cuyo sueño infantil era ser estrella de rock y soldado del Ejército que iba a protagonizar la gran esperanza blanca del cine indie mexicano: «Miss Bala». La historia de una reina de la belleza envuelta en las bajezas del crimen organizado –«cualquier parecido con la realidad es coincidencia», según su director, Gerardo Naranjo– que causó buena impresión y mejores críticas en el pasado Festival de Cannes (en España la veremos el 23 de marzo). La interpretación de Stephanie agitó los certámenes independientes de medio mundo con un papel que le cayó del cielo. Modelo de anuncios, a los 16 años se mudó a la capital de Sonora para buscar oportunidades. Allí recuerdan que su madre la acompañaba a los castings. Su apuesta tuvo su recompensa y participó en el concurso Elite Model América Latina. Naranjo vio una foto suya en una revista y supo que sería Laura, la ingenua miss que acaba en manos de los narcos. «Este papel me ha hecho querer dedicarme a la interpretación para el resto de mi vida», afirma Stephanie, que este año también estrenará «Río Salado», otra producción indie mexicana. La actriz reconoce que ha tenido que documentarse a fondo para conocer la crudeza de su propio país. «Sólo he tenido una experiencia con la violencia. Me asaltaron hace unos años. Cuando te apuntan con una pistola, te das cuenta de lo pequeño que eres». Ella, sin embargo, aspira a ser grande.