MUÑECA ROTA
SU ESPERADO REGRESO NOS DEVUELVE A UNA POP Y ELECTRÓNICA, PERO TODAVÍA HERIDA.
Difícil encontrar una foto reciente de Chan Marshall en la que no se toque el pelo. La mujer que se esconde tras el nombre artístico de Cat Power decidió hace pocos meses cortárselo, y ahora no es fácil decir si trata de ocultarlo o llamar la atención sobre él, como esperando que le digamos si ha hecho lo correcto. La legendaria inseguridad de Marshall ha definido su carácter y determinado su música, un paseo por el lado doloroso de la vida a base de rock, blues y soul. Frágil y voluble, la artista de Atlanta ha sido capaz de facturar discos excelentes que son ya clásicos, como «The Greatest» (2006), mientras se hacían frecuentes sus borracheras y huidas del escenario, o la cancelación de giras en el último momento. Un icono de estilo, musa de Marc Jacobs y Karl Lagerfeld, a la que la inestabilidad emocional, el alcohol y las drogas colocaron al borde del suicidio hace unos años.
Mujer orquesta
Chan Marshall ha producido y tocado todos los instrumentos en «Sun». Iggy Pop canta en uno de los temas. El último disgusto se lo ha dado su pareja más reciente, el actor Giovanni Ribisi, que la dejó esta primavera para casarse, tres meses después, con la top Agyness Deyn, justo cuando Marshall cruzaba la barrera psicológica de los 40 y se acababa de arruinar. El dolor y las dificultades no le han impedido, sin embargo, terminar su nuevo álbum, «Sun» (Matador/Popstock!), el primero tras cuatro años de parón. Un disco que no es precisamente el himno de la alegría –«nunca conocí un amor como este [...]. Nunca conocí un dolor como este», canta en «Cherokee»–, pero que sí tiene un punto más luminoso que los anteriores, con sonoridades hasta ahora poco transitadas por ella: bases electrónicas, pianos de aire latino, coqueteos con el R’n’B... La pregunta es si será capaz de defenderlo sobre esos escenarios con los que siempre ha tenido una relación difícil. Por el bien de todos, esperamos que sí.