FAMILIAS FELICES
ESTAMPAS IDEALES PUEDEN OCULTAR LO MÁS TRÁGICO, COMO EN LA AUTOBIOGRÁFICA NOVELA DE
Un retrato de la familia feliz: patriarca triunfador, hijos perfectos. Esa era la historia oficial de la familia de Lucile. Pero el suicidio de esta mujer bellísima y torturada (la de la portada del libro) dispara todas las alarmas de su hija, Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, Francia, 1966), que se lanza a buscar los porqués en «Nada se opone a la noche» (Anagrama), un relato híbrido y oscuro que mezcla narrativa convencional y autobiografía.
Yo no quería, sabía que sería muy duro. Implicaba hablar con los hermanos de mi madre, y sabía que me iba a topar con cosas que podrían molestarles mucho. Pero yo encontré el cadáver de Lucile, y desde entonces su historia me obsesionó. Sentí, como con todos mis libros, que no tenía opción. mandé ya terminado. La respuesta de todos mis tíos fue inmediata y bastante comprensiva, teniendo en cuenta el contenido. Todos sabían que era un homenaje a mi madre, y lo respetaron pese a lo que cuento, especialmente de mi abuelo.
Pese a que empecé con la idea de contar una historia tradicional, hubo un momento en el que me bloqueé, no podía avanzar. Entonces caí en que yo era parte de esa historia, así que, ¿por qué no contar mi bloqueo?, ¿por qué no hacer explícitos los problemas que estaba teniendo al escribir el libro?
Claro, en cierto momento, cuando yo nazco, ya soy irresolublemente parte de la novela. Y no puedo decir: «ella nació». Tengo que decir: «yo nací».