«LA VIDA ES DEMASIADO CORTA PARA NO ESTAR CON LA PERSONA QUE QUIERES. LA BODA NO ME IMPORTA.»

UNA VIDA TRANQUILA

agente. Quiero liberar a esa perra. La quiero fuera de su jaula’”», dice Cyrus abriendo sus ojos azules. Pasó largos periodos en su estudio de Miami grabando canciones, una buena parte de ellas autobiográficas. «Nunca antes había trabajado a ese ritmo –recuerda Cyrus–. Hablaba con él como si fuera mi hermano mayor, y registraba cada cosa que decía. Así que le dije a mi nuevo mánager: “Me da igual si no gano un céntimo con esto. Déjame hacer un buen disco. Con Pharrell es mágico. ¡ Oh, tío, estoy tan feliz!”.» Aunque tanto ella como su mánager son jóvenes y ambiciosos, también son sumamente conscientes del impacto que este disco tendrá en sus carreras. Aunque Cyrus habla con sentimiento y parece madura en sus relaciones, ocasionalmente se le escapan reacciones propias de la chica de 19 años que es, una niña privilegiada que ha llegado a la entrevista con el labio partido por haber estado jugando con sus perros una hora antes. Durante el paseo por los jardines, Cyrus hace alarde del patio que ella y Hemsworth planean convertir en una zona de skating, con rampa incluida. Cuando nuestra conversación gira hacia los niños, Cyrus se encoge de hombros: «¿Quién sabe? –dice–. Liam y yo tenemos una relación buenísima. Rompimos una o dos veces porque yo era joven e inmadura y quería hacer cosas que no había hecho todavía. Él era mayor, y había tenido más experiencias. En cierto momento, te das cuenta de que la gente con la que sales son solo tus “amigos de ir de fiesta”, y que dentro de diez años no van a hacer nada por ti. Entonces recuerdas a quien realmente quieres que esté a tu lado». Cuando no están trabajando, la pareja lleva una vida tranquila. Nada de esas noches locas que se publican en «Page Six», a lo Kim y Kanye. «Casi siempre estamos aquí –dice Cyrus–. Soy bastante antisocial y muy casera. Todo lo que necesito está aquí. Mis padres están muy cerca, tengo una sala de pilates y un estudio de grabación y Liam puede editar y ver sus películas en un proyector. Cyrus dice que lee los guiones de Liam y él critica la música que hace ella. El objetivo de ambos es evitar por todos los medios que un proyecto pueda debilitar su relación. « Se trata de estar seguro de que estás tomando las mejores decisiones para la gente que quieres –dice ella–. Una película se estrena y la gente la olvida. Se lanza un disco, y lo mismo. No merece la pena hacer infeliz a quien quieres por una elección creativa. » Mientras Cyrus habla, su alianza refleja los últimos rayos de sol. Es obvio que está enamorada y emocionada por lo que está por llegar. «Siempre vemos a un hombre de 70 años conduciendo un Bentley. Ha ahorrado toda su vida y ahora se puede permitir hacer una locura. Liam y yo somos muy afortunados porque la gente joven normalmente no puede hacer lo que nosotros hacemos.» Reflexiona un momento, y después sonríe. «Se debería poder conducir un Bentley cuando aún eres joven y sexy. ¿Cuándo, si no? ¡Es el único momento cuando hacerlo puede ser cool!» Miley Cyrus ha hablado. Y punto. nocemos y nunca haríamos nada que dañara deliberadamente al otro.» Actualmente, Cyrus está terminando un nuevo álbum con el que espera poner punto final a su reputación de «pop doll». Está trabajando con el productor de hip hop Pharrell Williams, que contactó con ella el año pasado tras un famoso vídeo, el de la salvia, en el que aparece la exestrella de Hannah Montana fumando – insiste ella– hojas de salvia, una planta alucinógena pero totalmente legal. «Pharrell le dijo: “No se ofenda conmigo porque yo hablo así, pero cuando la vi pensé: ‘Esta perra, en realidad, está viva. No está atada a las faldas de su madre-

PAREJA BLINDADA