PUNTO DE ESCUCHA
Natasha Kahn continúa por la senda del art-pop más exuberante, a ratos recargado de arreglos y sintetizadores, otros tan desnudo como ella –sin maquillar, sin depilar, sin retocar–, en su portada. Síntesis incierta de PJ Harvey y Kate Bush, ya es un pequeño icono contemporáneo.
Crystal Castles «(III)»
Adorados por las revistas de tendencias a pesar de su empeño antisistema, el dúo más salvaje de la electrónica canadiense hace acopio de nihilismo para poner este álbum, encumbrado por la crítica, al servicio de una revolución pendiente que sí se puede bailar.
Andrew Bird «Hands of glory»
Aunque toca muchos instrumentos, Bird es el violinista más popular de la galaxia alternativa, y en esta nueva y deliciosa entrega le encontramos justo donde imaginamos: más folk que nunca, grabando en un granero y haciendo algunas versiones de históricos del country.
Zenet «La menor explicación»
El crooner pone su voz al servicio de los versos del poeta Javier Laguna, o más bien al revés, porque con el malagueño todo queda sometido a su embrujo y al de los mil sonidos que depliega en sus discos: aquí, la evocación de Chet Baker, el jazz manouche, Brasil, el tango o el bolero.
China Moses & R. Lemonnier «Crazy Blues»
Aunque los genes no lo son todo, ser hija de esa gran dama del jazz que es Dee Dee Bridgewater suma puntos al currículo. China Moses lo acredita en este disco en el que, clásicos mediante –«I Just Wanna Make Love to You»–, demuestra ser una voz a tener muy en cuenta.