LUCES DE GREY
¿PUEDE UNA ACTRIZ RECONVERTIRSE EN ESTRELLA DE HOLLYWOOD?
Puede eso y más. Sasha Grey (24), descubierta para el cine (ese cine en el que la gente va vestida) por Steven Soderbergh en «The Girlfriend Experience», es también productora de filmes independientes, fotógrafa ocasional (prueben con su libro de autorretratos «Neü Sex»), escritora, DJ, líder de la banda aTelecine, modelo para fotógrafos como Terry Richardson... ¿Sigo? «Salto de una cosa a otra orgánicamente, sin cortapisas; es mi forma de crecer, soy así», aclara. Esta californiana, que solo permaneció tres años haciendo cine X, pero le bastó para ganarse todos los premios y el apelativo de la «intelectual del porno» –su primer álter ego pornográfico fue Anna Karina, la mujer de Godard–, ha terminado por convertirse en la joven estrella que la industria del cine independiente americano necesitaba. Lo ha hecho a base de pequeños papeles «que medito mucho al escoger, porque no paran de ofrecerme tonterías». Sasha estuvo en España, rodando a las órdenes de Nacho Vigalondo. «Open Windows» es un thriller sobre una joven estrella acosada, con lamentables similitudes con su vida real. Nos quedamos con varias cosas de esta chica: la naturalidad con la que habla de la nouvelle vague francesa o de que está leyendo por tercera vez «El Gatopardo». Y una frase: «Lo que de verdad me enseñó el porno fue a aprovechar las oportunidades y a asumir riesgos. Muchos creen que ese negocio es el peor pecado que puedes cometer en tu vida. Me molesta que me digan lo que puedo o no puedo hacer».