ESA PAREJITA
DENTRO DE LA CASA BLANCA OCURREN COSAS. NINGUNA PAREJA PRESIDENCIAL HA SIDO TAN AFECTUOSA Y SEXY COMO LA FORMADA POR MICHELLE Y BARACK. Hace ya tiempo, cuando para mí la supervivencia de un matrimonio más allá de los diez años era todo un misterio, me dedicaba a observar a las parejas, a dilucidar a través de los gestos de cariño que se prodigaban en público cuál sería su vida íntima. Ya sé que está feo. Y entrometido. Pero me entretenía imaginar en qué convertía el tiempo la pasión de los primeros momentos. Ahora, cuando sé algo más de la vida por haber recorrido un largo tramo, me doy cuenta de que andaba equivocada pensando que solo el tiempo erosiona la convivencia. La experiencia me dice que hay muchas parejas que sin pasar la prueba de los años carecen de pasión sexual casi desde el primer año de relación. Parece extraño porque se da por hecho que la novedad y la juventud son los dos elementos inequívocos del cóctel amoroso, y no. dente y su esposa. Desembarcaron con dos niñas pequeñas y cierta tensión por parte de ella ante la vida que le esperaba, tensión que no escondió y que fue criticada ampliamente.
No camufló su espontaneidad y fue castigada por ello, hasta que ha sido ese mismo desparpajo el que ha proporcionado votos a su marido en esta segunda elección más difícil y más reñida. Los observo, sí. De lejos, claro está, pero barrunto, eso sí, que desde que esta pareja está en la Casa Blanca, algo muy distinto a lo que hubo anteriormente está sucediendo en su interior. Nada parecido a lo que vivieron los Kennedy, que a pesar de su atractivo padecieron un matrimonio amenazado por las infidelidades de un presidente sexualmente compulsivo. Nada que ver con el amor que se prodigaban Nancy y Ronald Reagan, que se dedicaban miradas de cariño asexuado. Ni con esa extraña pareja que conformaban Bill e Hillary: ella, reprimiendo su ambición política; él, sin reprimir sus tendencias rijosas. Y nada que ver con Georges y Laura, que parecían más hermanitos que esposos. Michelle es sexy. El presidente también lo es. No me puedo jugar nada con nadie, pero apostaría lo que fuera a que dentro de esa casa ocurren cosas. No me atrevo a afirmar con qué frecuencia, pero esa chica (Michelle tiene algo de chica eterna)… Esa chica no estaría con un hombre que no diera la talla.