RITA LA CANTAORA
LA RESPUESTA BRITÁNICA A RIHANNA ES RITA ORA, UNA VEINTEAÑERA QUE EXHIBE CREDENCIALES HIPHOPERAS A PRUEBA DE BOOMBOX.
Han dicho de ella que es una mezcla perfecta de Beyoncé y Marilyn Monroe. Pero si se la mira más de cerca, en realidad le cuadra más otra suma: Rihanna + Jayne Mansfield. O lo que es lo mismo, las versiones peligrosas del original. Esta londinense de 21 años nacida en Pristina (Kosovo), que hasta hace no mucho cantaba en el pub de su padre en Notting Hill, llegó a las listas de hits de golpe y a lo grande. En su primer disco, titulado «Ora», colaboran Drake, Kanye West, Diplo, will.i.am, Tinie Tempah y The Dream, y sobrevolándolos a todos está el padrinazgo omnipotente del mismísimo Mr. Knowles, Jay-Z.
TODO EL BLING BLING EN EL CUELLO
Una cinta con las primeras grabaciones de Ora llegó hasta el magnate del hip hop y este no dudó en ficharla para su sello, Roc Nation. Para la cantante, que admite que lleva siguiendo obsesivamente a Beyoncé desde que era una niña, «es como si también contara con su apoyo. Tenerlos en mi mundo es increíble. Nunca olvido la suerte que tengo», según dijo
en una entrevista al «Huffington Post» británico. Palabras que demuestran que la cantante habrá conseguido colocar tres hits seguidos en el número uno en el Reino Unido, habrá aprendido a llevar todo el bling bling del mundo colgado del cuello, pero aún le queda graduarse en esa asignatura imprescindible en el currículo de la música urbana: el arte de ser bocazas y disimular la humildad. De momento, Ora, que suele ir a todas partes acompañada de su hermana y mánager y cita a su madre como su «gran inspiración», todavía mantiene hechuras de buena chica.
LA CHICA BUENA QUE SOLÍA SER
Aunque parece que va aprendiendo. En la misma entrevista también declaraba que siempre se ha visto «en lo más alto, actuando ante un mar de gente», incluso cuando solo cantaba en el coro de la escuela. De ahí, esta hija de exiliados que salieron de Kosovo huyendo de Milosevic cuando Rita era todavía un bebé, pasó a la famosa escuela de música y teatro Sylvia Young, la cantera británica de celebridades de la que también surgieron Leona Lewis, Amy Winehouse y Emma Bunton, de las Spice Girls. Allí, mientras los demás niños se afanaban en perfeccionar «My Fair Lady» y otros estándares del musical, Ora convertía en R&B todo lo que tocaba. Los hits que la han hecho famosa –«R.I.P.», «Shine Ya Light» y «How We Do (Party)»– contienen la mezcla necesaria de beats infecciosos, estribillos cantables y acabados de producción a prueba de boombox. Por no hablar de letras que, sin llegar a ser los versos tan porno como intrincadamente metafóricos de su coetánea Azealia Banks, sí incluyen sus dosis de morro. En «R.I.P.», Rita dedica un responso a la «chica buena que solía ser». Ahora es una jefa que ha decidido que «hoy es tu noche». Y en «How We Do (Party)» recomienda un lingotazo de Jack Daniels como cura para la resaca. Aunque después diga que en la vida real solo lo ha puesto en práctica «dos o tres veces».
LO SUYO SON LOS EXTREMOS
Fuera de las listas de éxitos, Ora se ha ganado también sus buenos titulares por su breve romance con Rob Kardashian, el macho atontado de la familia más trash de la tele americana, y por sus cuidados estilismos, inspirados sin disimulo en su icono preferido, Gwen Stefani. Aunque la artista, que ha hecho de las raíces oscuras en el pelo una de sus señas de identidad, ignora las marcas más celebrity-friendly (no la vemos devota de Dolce&Gabbana) y se dedica a rebuscar en fuentes con más credibilidad callejera, como la firma de culto entre raperos The Hundreds, que le provee de sudaderas con capucha, o la respetada Ksubi. Lo suyo son los extremos: o cazadora beisbolera masculina con bambas high top o vestido ajustadísimo. Los términos medios son para cobardes. Toda una fuente de inspiración para sus Ritabots. Ah, claro, ¿lo dudabas? Los fans de Rita tienen nombre colectivo, como los Little Monsters de Lady Gaga o los Beliebers de Justin Bieber. Pero con mejores accesorios.