Sensibilidad indie
A pesar del poco sugerente título de estreno en nuestras pantallas, «Las ventajas de ser un marginado», con la que Stephen Chbosky firma su ópera prima adaptando su propia novela, ha sido una de las sensaciones indie de la temporada en Estados Unidos: está entre las diez mejores películas del pasado 2012 para la National Board Review y ha sido nominada en los Oscar alternativos, los Independent Spirit Awards, al premio a la mejor cinta debut. Charlie (Logan Lerman) es un adolescente tan brillante como tímido, además de novato en el instituto. Como mandan los cánones del High School, trata de hacer el mínimo ruido posible en la jungla de pizarras y ta- quillas. Pero pronto conocerá a una pareja poco convencional, Sam y Patrick –Emma Watson sacudiéndose definitivamente a Hermione y Hogwarts, y un Ezra Miller de nuevo impresionante, que confirma el talento que nos heló la sangre en «Tenemos que hablar de Kevin»–, y de su mano conocerá amor y sexo, hará equilibrios sobre el lado salvaje y descubrirá su vocación literaria. Pese a lo que pueda parecer, «Las ventajas de ser un marginado» no es otra comedia más de instituto americano; más bien se trata de una reflexión, tierna pero sin edulcorar, sobre el desarrollo de la personalidad y un canto a la diferencia en nuestros tiempos clónicos.