CHAT CON... ANDREU BUENAFUENTE
Yo: en el ¿Cuáles desánimo? son los retos para un «animador» en un país que vive B.: Ser consciente de dónde empieza y dónde acaba tu trabajo. Podemos animar, pero no podemos solucionar.
Yo: ¿No es demasiada presión tener que ser siempre el gracioso? B.: No, se agradece hablar en serio o normal con un cómico. Eso sí, cuando salgo al escenario, sé que tengo que ser el más loco.
Yo: ¿Qué clase de humor tiene el español medio? B.: Tiene mucha retranca, una mezcla de desenfado y descreimiento... Al minuto de salir el Rey en su discurso de Nochebuena, ya circulaban chistes por Internet.
Yo: Ahora Messi y Buenafuente tienen hijos. ¿Qué les espera? B.: Al de Messi, supongo, que ningún tipo de problema económico. Ja, ja, ja. Me niego a empañar el futuro de mi hija con las miserias actuales. Saldrá adelante, se inventará su vida. Seguro. Yo: ¿Eres un padre de aquellos de las «nuevas masculinidades», a los que solo os falta dar la teta? B.: Supongo que soy una mezcla caótica de padre antiguo y padre actual. Los padres pintamos poco. Se trata de «no molestar demasiado». Llevo muchos años conmigo mismo.
Yo: ¿Tu niña ya ríe y hace reír? B.: No, de momento, pero llegará. Los niños tienen la comicidad pura. Ríen mucho, no piensan lo que hacen o dicen.
Yo: ¿Cómo es el amor (o el matrimonio) entre dos comediantes? B.: No creo que sea más gracioso que entre otras dos personas con otros oficios, la verdad.
Yo: Define tu armario y dime cuál es tu accesorio favorito. B.: ¿Mi armario? Lo justo y necesario para vestir cómodo ( la mayoría de veces) y elegante ( si se tercia). ¿Accesorio? Mis zapatos, botas a poder ser. Las llevo todo el año.
Yo: ¿Cómo es el paraíso? B.: Muy caro, seguro... El paraíso es un sábado por la mañana, sin obligaciones, con buen tiempo y libertad de movimientos.
Yo: ¿Y el infierno? B.: Pues todo lo contrario. Un día malo, cargado de trabajo, del que no apetece, con gente gris alrededor, diciendo qué mal está todo, joder, y que no hay futuro. Yo: ¿Qué es un país para ti? B.: Es algo íntimo y personal. Y no delictivo. Amar tu país no conlleva odiar otro. Al contrario.Todo suma, todo enriquece.
Yo: ¿Serrat, Julio Iglesias o Camarón? B.: ¡Serrat! Por supuesto. El hombre que canta lo que pensamos y no sabemos decir.
Yo: ¿Alguna vez fuiste pobre? B.: Pobre, no, pero tengo claros mis orígenes modestos. Dignos pero sin lujos. Mis padres crecieron en la posguerra, lucharon y trabajaron. Una vez le pregunté a mi padre : ¿por qué no tenemos un apartamento en la playa? «Porque no.» Nunca más pregunté. Yo: Si tuvieras que despertarte en el Día de la Marmota, ¿qué día de tu vida elegirías para repetirse una y otra vez? B.: Pues el día del nacimiento de mi hija. Es un clásico, pero es así. Te entregan una vida. ¿Qué hay más mágico que eso? Nada.
Yo: ¿Te irías a vivir a Alemania? Hay cosas muy molonas ahí... B.: Nooooooo. A Alemania, no. No soy de allí. Quisiera vivir en sitios donde me sienta a gusto, uno más. Argentina, Costa Rica... Latinoamérica me atrae, lo noto cuando viajo allí. Pienso: «Aquí viviría». Nunca en un país anglosajón. Yo: Una vez entrevistaste a Zapatero. Si pudieras entrevistar a Rajoy, ¿cuál sería tu primera pregunta? B.: ¿Tan difícil resulta escuchar lo que piensa la gente ( la mayoría) y actuar en consecuencia?
Yo: ¿Cataluña y Wert? B.: Están haciendo todo para que Cataluña confirme el desapego del Estado. Los mejores independentistas están en Madrid. Yo: ¿Saliste el día aquel de la gran manifestación en Barcelona con la bandera estelada? B.: No, no salí. Estaba en casa con mi esposa embarazada. Pero lo vimos por televisión y nos emocionamos. Cuando un millón de personas expresan un sentimiento y en paz, te emocionas.
Yo: Proyéctate al futuro e imagina al rey Felipe y a la reina Letizia.
B.: Según el movimiento punk, «el futuro no existe».
Yo: ¿Ya has bailado el «Gangnam Style»? B.: No lo soporto. Lo del tipo este y su éxito es una confirmación: caminamos con paso firme hacia la estupidez global y final.