¿A QUIÉN LE IMPORTA?
Vivir bajo constante escrutinio se me antojaba parecido a levantarse cada mañana el día del examen de selectividad en un macabro día de la marmota. Antes, esa sensación la experimentaban los políticos y los famosos. Como Cristina Pedroche, la mujer más famosa de España. Admirada y denostada por igual, en estas páginas se ha prestado generosamente a mostrar una faceta muy alejada de la que nos tiene acostumbrados. Pero en nuestro presente de individuos cada vez mejor informados, conectados y exigentes, todos somos, no solo observados sino también constantemente evaluados, y premiados o castigados en función de nuestras "notas". ¿Por quién? Por todos nuestros semejantes. ¿Cómo? Por y a través de nuestras huellas digitales (¡ojo! no las de las manos; más bien las de Internet). Quien no sea aún plenamente consciente de esto, no debiera dejar de leer nuestro reportaje ¿Qué puntuación tienes?, tan esclarecedor como aterrador. Por eso no es de extrañar que haya surgido una nueva tribu urbana, la de los "desconectados", que reniega de los smartphones y los social media como de la peste, y se oculta en el mundo real (qué gran paradoja, ¿no?) para huir de esa evaluación continua. O que en el muy competitivo y más estresante mundo de la moda, cada vez más creativos, diseñadores y artistas sufran burnout y cuelguen los guantes. ¿Y qué hay para los valientes que se quedan? Más allá de procurar ser justos y benéficos, la cosa parece que va de buscar refugio o buscar pelea. Lo primero, apuntando hacia el Norte. Se dice que Dinamarca es el país más feliz del mundo así que todos nos hemos puesto a investigar por qué. Y su respuesta es el Hygge, una filosofía que anima a hacer pequeñas cosas que nos hagan felices, estar en armonía, tener un momento agradable, quedando prohibido pensar en el trabajo, los problemas, el estrés y las prisas. Se ve que el hygge tiene también mucho de nostalgia al estar muy relacionado con las tradiciones y con actividades u objetos que tienen un valor sentimental. De ahí las grandes nuevas pasiones cool: el pan, el punto o el amor a todo lo retro. Lo segundo, lo de buscar pelea, tiene que ver con el compromiso, ya sea político, social o medioambiental. El activismo vive un momento álgido. ¿Por qué? La actriz Natalie Portman nos lo cuenta en una entrevista a muy pocos días de convertirse en madre por segunda vez: "Me revitaliza ser una activista. Nuestro arte es más necesario que nunca. Ahora es más importante ser la mejor persona posible, y ayudar a la gente que necesita más ayuda que nunca". No le falta razón. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, verán cuán comprometidas estamos. La primavera viene guerrera así que aprovecha los últimos días de frío.