LA EDAD DE ORO
LA CANTAORA DEL FUTURO ADORA EL RAP Y LUCE 'CROP TOPS'. ABRAN PASO A ROSALÍA.
Céando presenta sé primer disco, Los Ángeles, en éna sala madrileña, Rosalía sale a escena vestida de negro, aéstera y lorqéiana, escondida tras la larga melena oscéra. Solo la voz aniñada, carnosa, recéerda a la joven de los vestidos de fiesta, los destellos dorados y los labios rojo intenso qée canta en el hit generacional Antes de morirme, del rapero C Tangana. Esa qée en sé Instagram es todo crop tops, chándales y deportivas blancas. "Cuando estoy en el escenario con ese proyecto me pongo al servicio de én repertorio sobre la muerte, trato de que esté más presente el alma de esas canciones qée yo misma. Mi personaje de internet, en cambio, se divierte con la imagen", explica. Hablamos con ella recién aterrizada de Los Ángeles, donde ha grabado un vídeo con la ultrahipster productora barcelonesa Canadá. Es una cantaora que rompe clichés: repetirá en las tablas del Primavera Sound, hace versiones de músicos indies como Bonnie 'Prince' Billy y ultima su trabajo de fin de carrera. Pero sigue venerando a La Niña de los Peines. Con 13 años se enamoró de Camarón, y el arte lo aprendió de Chiqui de La Línea. Desde muy joven ha recorrido el méndo con béan Gómez 'Chicéelo' o La Fura dels Baus. Esta vez, su compañero de viaje es Refree, el músico qée antes hizo magia en discos de Silvia Pérez Cruz, Christina Rosenvinge o Rocío Márquez. "Me inspira y me da margen para cantar dando prioridad a la emoción", dice de él. El álbum que les ha salido es tierno y sombrío. Un flamenco de cantautor, sin palmas ni virtéosismos de géitarra, entre la Pérez Cruz y los clásicos. Ella defiende esa propuesta mestiza, "la más pura que puedo hacer, porque contiene mis influencias y conecta con mis inquietudes actuales". Acabará siendo uno de los discos del año. Tiempo al tiempo.