"CASSINA TIENE QUE SER LÍDER EN LO CULTURAL, ENTENDER EL PRESENTE"
L aa de Cassina es, todavía hoy, una historia de carpinteros. Noventa años después de que la fundara una familia de Meda, una apacible localidad de la periferia milanesa, el trabajo a mano de la madera en ciertas piezas sigue siendo parte imprescindible de una de las firmas que mejor encarna el diseño italiano. Un puñado de artesanos remata todavía muchas de las piezas que salen de su fábrica, a pesar de las innovaciones técnicas y de los nuevos materiales que se han ido incorporando década tras década. Está en su ADN: se apellidaban Cassina los autores del púlpito de la catedral de la cercana ciudad de Como a mediados del siglo XVIII, y aunque el parentesco no está documentado, no sería casualidad que de ellos descendieran Umberto y Cesare Cassina, los hermanos que fundaron la firma –un pequeño taller en el que se fabricaban mesillas– en 1927. Umberto era el administrador, y Cesare, que también se formó como tapicero, el visionario. Él estuvo detrás de los grandes saltos que la empresa fue dando a lo largo del siglo XX. Como cuando el negocio se amplió a la fabricación de sillas y otro tipo de mobiliario, o en la expansión posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando se puso en marcha la producción en serie y las colaboraciones con diseñadores y arquitectos. También los grandes contratos. Eran los tiempos en que Gio Ponti firmaba su silla Superleggera y, con la ayuda de Nino Zoncada, de Fornassetti y los medios de la compañía de Meda, los interiores de transatlánticos de lujo como el malogrado Andrea Doria. En 1965 Cassina lanzó la colección I Maestri, que rescataba piezas icónicas de genios como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright o Charles Renni Mackintosh. Esa serie sigue siendo, a día de hoy, una de sus columnas vertebrales.
MODERNISMO EN FEMENINO
Fue a través de aquella colección como llegó a la marca una mujer fundamental en la historia del diseño, Charlotte Perriand. Militante activa del Movimiento Moderno, Perriand dedicó buena parte de su tiempo a Otra creación del trío que, como tantas de sus piezas, ha gozado de numerosas ediciones en colores y tejidos diferentes.
PATRICIA URQUIOLA
La mítica silla del escocés Mackintosh fue presentada en 1902. En los setenta pasó a formar parte de la serie I Maestri.