ALGUNOS HOMBRES BUENOS
UN PASTOR PRESBITERIANO LUCHA POR ACABAR CON LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA EN KENIA. "LA MUTILACIÓN GENITAL VIOLA EL DERECHO DE LAS NIÑAS A LA SALUD, SEGURIDAD, INTEGRIDAD FÍSICA E INCLUSO A LA VIDA"
La ley keniana prohibió la ablación en el año 2011. La castiga con hasta diez años de cárcel. No obstante, su práctica continúa extendida en el país africano, y el rito no distingue entre religiones. Musulmanes, cristianos y politeístas la realizan. Mutilar los genitales femeninos está enquistado en la cultura. No existe razón médica que justifique el corte del clítoris de niñas de 7 años. Tampoco el de las de 10 ni las de 17. Pero en el cambio de década se concentran las ablaciones. Las prepara para el matrimonio, la siguiente etapa natural en sus vidas. Si una mujer consigue librarse, ningún hombre querrá casarse con ella. Durante la intervención, las jóvenes pierden sangre, pueden contraer infecciones de orina y, en un futuro parto, sus posibilidades de morir se disparan.
EDUCACIÓN Y ALTERNATIVA
Más de trescientos hombres quieren erradicar la situación. Forman parte de la Aso- ciación de Pastores [ presbiterianos] del Este de Kajiado, un condado al oeste de Kenia. Rescatan a las chicas que logran escapar, las animan a continuar con el colegio, hacen círculos de oración e instruyen a las familias sobre los peligros y la falacia de la mutilación. Su voz es la del pastor Stephen Lenku Tipatet, miembro de la tribu de los samburu, que recorre las mesetas kenianas haciendo campaña contra la ablación y predicando el Evangelio.
Intenta explicar a las familias que "la práctica viola el derecho a la salud, seguridad e integridad física de las niñas, incluso a la vida cuando el procedimiento acaba en la muerte". Junto a otras asociaciones y centros de rescate, los pastores han ideado para las chicas un rito de pasaje alternativo. Prescinde de cuchillas e incluye un concurso de belleza. Su objetivo es acabar con la ablación en una generación.