COMPRA CON CABEZA
IR DE TIENDAS PUEDE SER DIVERTIDO, EMOCIONANTE O UN SUPLICIO. SEA COMO SEA, NO IMPROVISES NUNCA NI TE FÍES DE TU PROPIO INSTINTO SHOPPING. ANTES DE DESEMBOLSAR ESOS EUROS QUE TANTO TE CUESTA GANAR, DEBERÍAS TRAZAR UN PLAN. ESTOS CONSEJOS TE SERVIRÁN PARA
1 Antes de lanzarte en plancha y como una loca a comprar ropa nueva, ordénate el armario, chica, y descubrirás que no te hace ninguna falta otro jersey de color caldero… porque ya tienes tres.
2 No vayas de tiendas hasta que no te baje el moreno playero porque, si no, te vendrás arriba y acabarás con prendas de color nude y empastelada hasta las trancas. Lo que hoy, morenísima, te favorece, a mitad de noviembre, ya en tu auténtico tono (ese blanco sosísimo), te hundirá en la más absoluta3 de las miserias.
3 Tampoco vayas hasta que no se reduzca la hinchazón de tu abdomen, inmenso después de tanta paella y tanto tinto de verano. Vuelve primero a tu ser y entonces empezamose incluso de política.a hablar de tallas, tendencias 4
4 Hasta los treinta años deberías ir contra la opinión estilística de tu mamá. Sistemáticamente e incluso con virulencia. Pero, a partir de entonces y en adelante, olvídate de tus escarceos fashion y sigue al pie de la letra las enseñanzas de tu progenitora a ese nivel. Hazlo sin rechistar, cariño, que ya has entrado en la edad adulta, donde las posibilidades de caer en el más profundo de los ridículos se multiplican por mil. Mamá siempre tuvo razón, cuanto antes te lo metas en la cabeza, mejor para todos.
5 No te vistas pensando en si a él (o a ella, en el caso de que seas lesbiana), le gustará lo que estás a punto de comprarte. Recuerda: tu media naranja está para desnudarte, no para vestirte.
6 No vayas de compras con tus amigas. Con las amigas se va a merendar. Una buena amiga lo es hasta que le preguntas "¿qué tal me queda?" y ella te contesta, mintiendo como una bellaca, "estupendamente, estás ideal, quédatelo".
7 No te fíes tampoco de tu mejor amigo gay, ese que es escaparatista, bloguero de moda o directamente Pelayo Díaz, porque si sigues sus consejos a pies juntillas, acabarás vestida como una virgen barroca sobre 12 centímetros de tacón, o sea tambaleándote. La homosexualidad, o cierto tipo de ella, nunca se ha llevado demasiado bien con la comodidad.
8 Por supuesto, nunca de los nuncas te dejes asesorar por esa amiga de la infancia que trabaja de estilista vestidaen una revistade negro de de moda,los pies porquea la cabeza, acabarás o sea, como una cucaracha.
9 Cuando alguien exclame "¡uy, qué mono esto que llevas!" no contestes "es de mercadillo" o, todavía peor, "me lo compré en Zara, hace un porrón de años que lo tengo". Contesta "gracias" sin dar más explicaciones, porque es mejor que piensen que tienes muy buen gusto o que, directamente, eres rica, a que piensen que eres una repipi de campeonato.
10 No te compres prendas de abrigo a principio de temporada. Hazlo cuando haga frío de verdad, porque es más que seguro que, cuando este llegue, la pelliza que compraste en septiembre, hoy, tres de febrero de 2018, ya te parezca pasada de moda.
11 Si a un después empleadode haberal almacén mandadoa por una prenda y tú habértela probado (te queda fetén), o de haber desdoblado 15 jerséis, descubres que todo está fuera de tu presupuesto, antes de salir por patas, no le sueltes al sufrido dependiente (el que ha bajado al almacén, el que va a tener que doblar los 15 jerséis) excusas baratas del tipo "doy una vuelta y ahora vuelvo", ni preguntes "¿a qué hora cerráis?" o cosas por el estilo. Básicamente, porque con solo poner un pie en la tienda, todos allí sabían que no ibas a comprar nada. Nos huelen. Por eso es mejor que digas la verdad: "Mire usted, es imposible que yo compre nada aquí porque si lo hiciera no comerían mis hijos este mes. He creído por un momento que mi sueldo daba tanto de sí como antes de 2008".
12 No vayas de tiendas ebria ni eufórica en general. De hecho, nunca salgas de casa entusiasmada o ilusionada. Si te sientes así, siéntate en el sofá, tómate una tila, date un baño de realidad leyendo el periódico y actúa en consecuencia.
13 Hazte un presupuesto: es absurdo que te gastes en ropa más de lo que tienes. Recuerda: primum vivere, deinde fashion.
14 Nunca digas "esto no me lo voy a poner jamás, qué espanto", porque lo vas a acabar haciendo. Ser fanática de la moda es tan peligroso como no serlo.
15 No te engañes a ti misma: defiendes a muerte el low cost, el reciclaje y el producto de kilómetro cero porque tus finanzas no dan para vestir entera de Céline. No sufras, nos pasa a todas.