LA LEY DEL DESEO
AL ACTOR PEDRO PASCAL, EL ÉXITO LE HA LLEGADO A LOS 40. DE ‘JUEGO DE TRONOS’ A ‘NARCOS’ Y AL CINE, EL NUEVO ‘SEX SYMBOL’ GLOBAL ES UN NEOYORQUINO CON NARIZ DE BOXEADOR Y ACENTO CHILENO.
En la tercera temporada de Narcos, que se estrena el 1 de septiembre, Javier Peña se ha quedado solo. Muerto Pablo Escobar y regresado a EE. UU. su compañero Murphy, todo el protagonismo es para el agente de la DEA que interpreta Pedro Pascal, ahora en pugna con unos líderes del Cartel de Cali que tienen entre sus huestes a nuestros Javier Cámara y Miguel Ángel Silvestre. El primer papel protagonista de su carrera le ha llegado a Pascal ya entrado en la cuarentena y, cosas de la vida, dando vida a un miembro de esas mismas agencias de seguridad de EE. UU. que durante tanto tiempo han puesto su bota sobre América Latina. Él, que salió de Chile con nueve meses, en brazos de sus padres, huyendo de la dicta-
dura pinochetista amparada por la CIA. Tras pasar brevemente por Dinamarca, Pascal se crió entre Texas y California. A Nueva York, donde sigue viviendo, se mudó para estudiar interpretación en la NYU. No lo tuvo fácil: durante años, se vio obligado a trabajar como camarero mientras conseguía pequeños papeles en series ambientadas en la ciudad como Ley y Orden, The Good Wife o CSI.
ROBAPAPELES CON AMIGOS
Tenía ya treinta y muchos cuando un joven actor del que era mentor le contó que iba a optar a un papel en Juego de Tronos. Fue un flechazo. A Pascal le encantó el personaje y, fuera escrúpulos, movió todas las fichas a su alcance –sobre todo su amistad con la actriz Sarah Paulson, íntima del matrimonio Amanda Pitt-David Benioff, este último uno de los creadores de la serie– para hacerse con él. Fueron solo siete episodios, rematados por una de las muertes más gore de una saga devota de la sangre. Pero el carismático e hipersexual Oberyn Martell dio un giro a su carrera. Sus fans le asaltaban por la calle o le esperaban a la salida de un teatro donde interpretaba a Shakespeare, y en internet había foros de hombres heterosexuales dispuestos a hacerse gays solo por sus huesos. Así no es de extrañar que le llamaran para Narcos, otra serie con éxito global y mucha sangre, aunque según le contó el Javier Peña real, todavía lejos de la carnicería que fue Colombia en los 80 y 90. Le hemos visto con Matt Damon en La Gran Muralla, y este mes estrena Kingsman. El círculo de oro, donde da vida a un agente secreto americano en un reparto plagado de estrellas. Puede que este chileno tenga el español un poco oxidado (durante un tiempo llegó a cambiarse el nombre para que no le encasillaran en papeles de latino), pero con el lenguaje del poder –al menos, el poder de la pantalla– no parece tener ningún problema.