GABRIELLE, EL ENCUENTRO LA ESENCIA DE LOS PRIMEROS AÑOS DE COCO CHANEL, EL AROMA DE SU FEMINIDAD LIBRE Y ABSOLUTA YA TIENE NOMBRE Y NOS AYUDA A DESCUBRIR LA MUJER QUE SE ESCONDÍA TRAS EL PERSONAJE
Este 2017 ha nacido el nuevo perfume de la Maison y en sus notas (ylang, ylang, jazmín y flor de azahar, y un toque de nardo) repasamos un nuevo capítulo de la vida de Coco. Su primera etapa, la más rebelde, la que la diferenció del resto, el talento indómito, la voluntad… Gabrielle. Su primer nombre, su lado más puro, más transparente, más sincero, más natural. Su auténtica esencia, como este perfume. Aquella que no la amilanó, la que no se sometió más que a una persona, a ella misma.
Hubo un tiempo en el que las mujeres vivían encorsetadas, hablamos de sus looks y de sus convicciones. En el que las mujeres no tenían nombre sino apellido y normalmente no era el suyo. En ese tiempo nació una mujer que no se resignó a vivir como le decían y prometió ser alguien: esa mujer era Gabrielle Chanel. En un tiempo en el que el estatus a la hora del nacimiento marcaba para siempre, ella se negó a encasillarse en donde socialmente le correspondía. Porque quedarse paralizada en el sitio que la sociedad le designaba era morir lentamente. Quiso ser más, quiso ser otra: "Elegí lo que quería ser y lo soy." Era uno de sus lemas. Empezó a escribir su historia paso a paso, primero dejó su vida de costurera por una vida acomodada a la sombra de un amante. Pero estar bajo la protección de un hombre le inquietaba. No importaba estar bajo las miradas reprobatorias, no tenía miedo a nadie ni a nada. ¿Salirse de las líneas establecidas? No era un problema, incluso con sus looks, de lo más arriesgados para la época. Ella transmitía seguridad, independencia, estilo, comodidad. Todo que ganar, nada que perder… Las primeras clientas fueron aquellas que primero juzgaron sus looks. Empezó por arriba, socialmente y hablando de moda, sus diseños de sombreros crearon tendencia, primero en el mundo del espectáculo y más tarde en la alta sociedad. Con la ayuda de Boy Capel (el gran amor de su vida) montó su boutique. Devolvió el préstamo, quería ser libre. Quería ser Gabrielle. Tal vez por eso nos interesa tanto su figura, porque no llegó al mundo en una cuna de oro, ni era demasiado bella, de esas que tienen la ruta de la vida pavimentada. Su personalidad en los primeros años caracterizó a la fundadora del universo Chanel, y también marcó unas virtudes que se han embotellado ahora en este perfume, un paso más desde 1921, cuando nació Nº5. Con él revolucionó el mundo de las fragancias, sentando las bases de unos aromas que todavía están vigentes.
MUJERES CHANEL
Este nuevo perfume tiene como protagonistas a tres mujeres únicas: la que ha dado nombre al perfume, Gabrielle, fundadora de la Maison. Kristen Stewart, imagen de la campaña, creada por el director británico Ringan Ledwidge y fotografiada por Karim Sadli, que verá la luz durante este mes de septiembre junto al nuevo perfume creado por Olivier Polge en cooperación con el Laboratorio perfumista de Chanel. Y finalmente una voz, la de Beyoncé. Que pone la música a una Kristen que rompe con todo, estereotipos, muros, en busca de la luz que representa su verdadera esencia, su rebeldía, su libertad, su perfume. Tres heroínas a quien nadie ha dado nada, todo lo han conseguido solas.
EL LUJO ES AQUELLO QUE NO SE VE
Nuevos tiempos, nuevas mujeres y el tan actual carácter de Gabrielle fueron la inspiración de Oliver Polge, el perfumista. Empezó seleccionando las flores: ylang, ylang, jazmín y flor de azahar, y un toque de nardo. De ellas parte su estudio para crear con esta composición una nueva flor, imaginaria, que ofrece una vibración olfativa diferente con toques de grosella negra, una pizca de pomelo y el frescor de la cáscara de mandarina. ¿El resultado? Una flor de ensueño, un torbellino para el olfato, floral pero fresco y siempre con el