MUJERES QUE PASAN A LA ACCIÓN.
Rostros de Acción contra el Hambre.
Tiene más de 35, menos de 50, y un niño en casa. A veces tiene dos. Sería extraño que viviera sola. Casi siempre tiene pareja y cuenta, al menos, con el certificado de Educación Secundaria. A menudo, la mitad de las veces, también con más de un año de desempleo. La mujer que acude a los programas de empleo de Acción contra el Hambre es española. Busca que le enseñen a encontrar. Ellas tienen menos reparos que ellos. Han aprendido a pedir ayuda y son sus amigos y familia quienes les mencionan los planes de inserción laboral de la oenegé. Las mujeres suponen casi el 80 por ciento de los asistentes. También su tasa de desempleo es mayor: según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, supera en algo más de tres puntos a la masculina.
VOLVER A EMPEZAR
Desde 2013, Acción contra el Hambre desarrolla en España proyectos que faciliten la incursión en el mundo laboral. A lo largo del año de su quinto aniversario, planea desarrollar 192 programas centrados en la mejora de la empleabilidad de "aquellos colectivos más vulnerables a los desequilibrios del mercado: mujeres con cargas familiares, jóvenes mayores de 45 años, población reclusa". Algunos programas, como el que llevan a cabo en las zonas rurales de Galicia, estarán enfocados solo en las mujeres. Los otros lo son por inercia. Uno de los más populares es Vives Emplea. Su objetivo es ayudar a personas desempleadas a encontrar un trabajo. Durante cinco meses, un grupo de 25 personas reconstruye su autoestima, competencias y agenda de contactos en clases, talleres, encuentros y foros. Las actividades se personalizan y los responsables de recursos humanos de las entidades colaboradoras les chivan qué piden las empresas y cómo sobresalir en una entrevista. Los estudiantes tienen entre 18 y 50 años. En YEP, el programa para jóvenes, lo que se desvelan son las herramientas para encauzar un negocio. Con Acción contra el Hambre, menores de 30 años en Madrid, Milán y Lisboa analizan la idea original, desarrollan un plan y se municionan de habilidades de liderazgo. Para ser los jefes de su empresa. Y de su vida.