TOMAR O LLEVAR
UN ERROR EN UNA RECETA DE 'FOIE' LA CATAPULTÓ AL ÉXITO. HOY, CRISTINA ORIA TIENE UNO DE LOS CATERINGS MÁS PRESTIGIOSOS Y DOS RESTAURANTES.
Acaba de abrir su segundo restaurante y ya hay lista de espera. Su sencillez y gusto por lo exquisito han convertido a Cristina Oria en un punto de referencia en el mundo del catering y de los regalos gourmet para empresas y particulares.
Tus comienzos fueron como catering a oficinas y domicilio. ¿Cómo surge esta idea? Realmente estudie ADE en Cunef y hacía consultoría estratégica. Mi mundo era el de las finanzas, pero tras tres operaciones complicadas de intestino debido al estrés, decidí tomarme la vida de forma más relajada. Me casé con Alvaro Corsini, y después, con el tiempo, montamos la empresa familiar Cristina Oria. Tras la boda me fui a vivir a París, donde me tomé un año sabático. Allí se me ocurrió hacer el curso de cocina Cordon Bleu, uno de los más importantes y prestigiosos de la alta cocina a nivel internacional. Cuando volví a Espa- ña, vi que había un nicho de mercado de comida para llevar a casa o catering que no estaba muy desarrollado, justo cuando comienza la crisis del 2012. Entonces yo empecé a crear platos en la cocina de casa. Paralelamente, empezamos con los regalos gourmet. Yo traía foie y algunos productos franceses.
¿Cómo te das a conocer y cómo surgen tus primeros clientes? Mis comienzos son en la cocina de casa, con una chica que me ayudaba y ahora está de jefa en el obrador. Empiezo a hacer platos y recetas, entre ellos el foie. Lo prueba la familia y les encanta. Mi cuñada me pide encargos para su empresa y comienza el boca a boca. Éramos dos personas y ahora somos más de setenta, con una estructura empresarial familiar donde elaboramos todo nosotros. ¿Cómo definirías tu cocina? Es una cocina de mercado. Yo siempre he defendido el producto, la materia prima, sin meterle aditivos. Desde que tuve el problema del intestino, empecé a cuidar mucho todo lo que como. La comida tiene que sentar bien. ¿Cuándo se incorpora tu marido y socio a la empresa? Al poco tiempo de comenzar, debido al volumen de pedidos, sobre todo de oficinas. Necesitaba cada vez más ayuda. Al principio yo estaba en el catering y con los regalos gourmet, y él hacía el diseño y las fotos. A día de hoy, no tenemos ni agencia de comunicación, ni de prensa, ni de diseño. Es una empresa familiar cien por cien.
Un gran salto fue cuando, sin esperarlo, gané el concurso Madrid Fusión. A partir de ahí, empezamos a salir en prensa y en comunicación.
Tienes una historia muy bonita con el camión, en blanco y negro, que representa el emblema y sello de vuestra marca.
Pues sí. Es un camión antiguo de reparto que yo rescato de Musgo, una empresa de mis padres que fue muy innovadora e hizo historia en Madrid. Vi que estaba abandonado y me lo quedé por la simbología que tenía. Lo restauré entero.
¿Cómo montáis vuestro primer restaurante -espacio de regalos? La idea se le ocurre a Álvaro, que me propone que en vez de hacer pop ups en navidades o fechas puntuales, creemos un lugar permanente donde los clientes puedan degustar nuestros productos y comprar durante todo el año. Abrimos el primer espacio-restaurante en la calle Conde de Aranda de Madrid, pero sin dar cenas. Ahora acabamos de abrir uno
nuevo, en la calle José Ortega y Gasset, que es el segundo restaurante y estará abierto hasta las doce de la noche. La carta de los dos es prácticamente la misma, con algunos platos distintos y ambientes muy diferentes. Este último es más cosmopolita, por las oficinas de alrededor y por el tipo de gente que viene, pero el alma de los dos es la misma. ¿Cómo habéis creado esta decoración con un aire tan francés? Nos lo ha realizado el estudio Cousi, Alba y Alicia, que ya se han convertido en amigas nuestras. ¿Qué proyectos nuevos tenéis en marcha? Acabamos de comprar una finca en Morata de Tajuña, cerca de Madrid, para bodas y eventos. Será también nuestro obrador. Allí hemos plantado nuestro propio huerto orgánico, del que nos abasteceremos para la cocina.
¿Cómo creas las recetas de los platos? Imagino que los clásicos los mantienes. Reconozco que tengo una gran influencia vasca. Mis padres son de San Sebastián y a todos nos encanta comer. No hay mejor escuela que ir probando sitios por el mundo e intentar experimentar. Acabo de llegar de Marrakech y ya tengo en mente un plato. ¿Cómo ves a España como mercado culinario? Es verdad que la alta cocina nos ha ayudado muchísimo a darnos a conocer a nivel internacional, aunque en España se ha comido bien siempre. El gran problema que hemos tenido es una falta absoluta de marketing, que ha supuesto que no sepamos vendernos. Nuestros grandes chefs han hecho mucho por la marca España. Han vendido nuestra materia prima. Por fin ahora estamos aprendiendo a hacer marketing de unos magníficos productos.
¿Cuál es vuestra filosofía calidad-precio? Pues nuestro lema es 'lujo asequible'. Queremos que todo pueda estar al alcance de todo el mundo. Realmente sería 'calidadprecio en un enclave de moda'. Para mí también es muy importante vender nuestra filosofía familiar de negocio, por esto cerramos los domingos. Una mujer emprendedora también necesita un día de descanso para dedicarse a su familia. Los domingos representan un día de descanso para mí y para mis trabajadores. ¿Es difícil compaginar que tu marido sea tu socio? La verdad es que nos llevamos fenomenal y nos compenetramos muy bien. A mí, por ejemplo, me encanta dormir. Y él lo entiende. A veces también es complicado, porque el día tiene 24 horas y nuestro cometido es trabajar para el ocio de los demás. Álvaro se metió conmigo en esto y hemos construido una forma de vida, hasta a mis hijos los tengo involucrados cuando creo mis recetas en Instagram. Nuestras parcelas de trabajo también están muy diferenciadas: Álvaro lleva el diseño y la gestión de restaurantes y yo, los eventos, el catering y la selección de producto y cocina.
SU RECETA SECRETA DE FOIE, CON EQUIVOCACIÓN INCLUIDA, ES SU PRODUCTO ESTRELLA