PLANIFICACIÓN FINANCIERA. OBJETIVO: FORMACIÓN
Desconectar, disfrutar del mar, la montaña o cambiar las rutinas del día a día es parte de las vacaciones. Pero también es tiempo de proyectos para el inicio de curso.Y entre ellos está la formación, tanto personal como de los hijos, que permitirá aprovechar al máximo las oportunidades vitales.
Para poder afrontarla, hay que hacer bien los números y establecer objetivos y gastos. Y debemos destinar parte de nuestro ahorro a esta meta e invertirlo con esa finalidad. En Tressis hablamos de planificación financiera y fiscal, por lo que vamos a abordar la formación desde los dos aspectos. La conclusión de un repaso por nuestra legislación fiscal es que el contribuyente que desee seguir formándose debe sufragar el coste de dicha formación.
DESMONTANDO MITOS
1. La empresa sufragará l a formación de sus profesionales, ya que obtiene beneficios fiscales. No tiene por qué ser así. La ley 27/2014 del impuesto sobre sociedades, suprimió la deducción en la cuota del impuesto correspondiente a la realización de actividades de formación profesional. Por tanto, la única vía para que la empresa invierta en formación es que sea un gasto fiscalmente deducible para la sociedad, y eso sucede cuando está íntimamente relacionada con la actividad de tu empresa.
2. Si logras una beca para tu formación, no tendrás que tributar por el importe concedido. Esto es solo si se trata de becas públicas o concedidas por entidades sin fines lucrativos a las que sea de aplicación el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos o fundaciones bancarias. Además deberán ser para cursar estudios reglados o becas de investigación en el ámbito del Real Decreto 63/2006. Si no cumplen estos requisitos, el importe de la beca será un rendimiento del trabajo teniendo que tributar por el mismo en el IRPF. Y si nuestro ahorro va destinado a la formación de los hijos, no existe deducción fiscal.
El Estado, a pesar de la importancia de la educación de sus habitantes, no incentiva la formación a nivel fiscal. Así que solo nos queda la planificación financiera.
Los resultados de la planificación con Tressis nos dicen que, en el caso de que queramos realizar un PMD dentro de cinco años, con un precio medio de 25.000 euros, debemos invertir 339 euros todos los meses en una cartera de fondos de inversión arriesgada. Si el objetivo es cursar en España uno de los tres MBA más reconocidos, el precio medio es de 68.466 euros y el ahorro destinado a la cartera de fondos de inversión arriesgada deberá de ser de 929 euros mensuales. Ahorrar con un objetivo, planificando tu inversión y canalizándolo a través de una cartera de fondos de inversión, te permitirá aprovechar la ventaja del diferimiento fiscal que tiene la inversión en fondos, ya que no tributarás por los rendimientos hasta que no dispongas de la inversión.
«SI QUIERES SEGUIR FORMáNDOTE, DEBERáS SUFRAGAR EL COSTE DE ESA FORMACIÓN» LINA MARCELA GUERRA