WIKIMODA ¿Cuánto sabes de la historia de los volantes?
CAPACES DE TRANSFORMAR UN DISEÑO POR COMPLETO Y MODELAR A PLACER LA FIGURA, ESTOS ELEMENTOS DE ORIGEN ESPAÑOL FUERON IDEADOS POR EL SEXO OPUESTO.
iempre has as asociado los volantes a España, ¿ verdad? Y sin embargo, ya existían n quinientos años antes de que se inventara a el traje de gitana. En realidad, este surgió ó hace menos de un siglo, en 1929, algo que ya sabrás si eres una lectora fiel de Marie Claire, pues lo abordamos en un número úmero anterior, a propósito de los lunares. es. Colorida, plagada de volantes y con estampado de topos, la bata de faena de e las gitanas que acudían a las ferias de ganado nado andaluzas fue copiado por las damas as para acudir ese año a la Exposición Universal. iversal. Su imagen se proyectó en todo el mundo, erigiéndose como referente de la cultura española y traje regional de e Andalucía (4).
DEL PUÑO AL CUELLO
Los primeros volantes, lantes, en cambio, fueron ideados por los soldados españoles. En el siglo XV, solían an llevar varias capas de ropa, y a menudo do se cortaban los extremos de las mangas ngas exteriores para revelar la tela que ue había debajo, dejando a la vista unas arrugas naturales. Los sastres se fijaron en este detalle de tendencia, y comenza comenzaron a reproducirlo cosiendo cuerdas flex flexibles al inicio del puño, con el objetivo de que al tirar de ellas se formaran volantes. vol Pronto se replicaron en el cuello, dando lugar a la gorguer gorguera. A diferencia de los hombres, las mujeres utilizaron esta pieza blanca blanc para cubrir el escote. La gorguera gorguer evolucionó hasta que en 1520 tomó una forma de cuello rizado muy almid almidonado que pasó a denominarse lechuguilla lechugui (1), que también llevaba puños a juego.
El séquito de Carlos I impuso la moda en España, que gozó de amplia acogida durante los reinados de Felipe II, y Felipe III (llegó a medir 30 cm de ancho). Con Felipe IV, la lechug lechuguilla fue encogiendo hasta que la suprimió sup oficialmente en 1623. A cont continuación, se pasó a usar puños y adornos de encaje (2) en el escote esco como una interpretación m más amable. Eso sí, siempre com como piezas independientes.
A LO G GRANDE
Como C gran elemento decorativo de faldas, nacieron en Latinoamérica L en el sigl siglo XVI, con el traje trad tradicional femenino de G Guanajuato (México co), que consistía en c cuatro faldas de vola lantes superpuestas ( 6) 6). No obstante, no se cosi cosieron a las camisas hasta el siglo XVIII, donde se
NO FUERON EXPULSADOS DEL ARMARIO MASCULINO HASTA EL SIGLO XX
aplicaron dando lugar a las chorreras. En Europa, la falda de volantes (3) surgió propiciada por la llegada del miriñaque en 1848, como un diseño que armonizara con este elemento. Alcanzó proporciones exageradas: al final del período, hubo faldas de hasta veinte volantes.
ECO EN LA ETERNIDAD
Durante el siglo XIX surge la bata cubana (5), inspirada en los deshabillés o batas de casa que llevaban las damas criollas de la época, y que más tarde recibió influencias de los trajes que lucían las artistas españolas que fueron a 'hacer las Américas'. Durante el siglo XX, se expulsó a los volantes del armario masculino. Solo la estética new romantic (7) rescató las chorreras en los 80, una corriente que vuelve de forma silenciosa. Este verano, sin embargo, arrasan en su versión más femenina: de gran formato y supercoloridos en Molly Goddard, Dolce & Gabbana o Valentino; estampados en Erdem o Marc Jacobs; y en sencillos vestidos blancos en Rodarte o Carolina Herrera. Y todos son mejores que el Photoshop: disimulan al natural cualquier complejo.