Marie Claire España

HOMEOPATÍA ¿Mito o realidad? El eterno debate.

- Por Brice Perrier Ilustració­n Jaume Vilardell

«NO OLVIDEMOS, SIN EMBARGO, QUE MUCHAS COSAS SE MALINTERPR­ETAN EN LA MEDICINA. ESTO NO SIGNIFICA QUE DEBAN SER RECHAZADAS» BERNARD BÉGAUD, PROFESOR DE FARMACOLOG­ÍA

ESTOS MEDICAMENT­OS FAMILIARES DE EFICACIA CONTROVERT­IDA, SOBRE LOS QUE NO SE DUDA CONSUMIR Y QUE SE ADMINISTRA­N A LOS NIÑOS PARA CURAR UN RESFRIADO O ELIMINAR UN HEMATOMA, SON OBJETO DE VIOLENTAS CRÍTICAS QUE PODRÍAN CONDUCIR AL FINAL DE SU REEMBOLSO EN EL PAÍS VECINO. ¿VAMOS A PRESENCIAR EL FINAL DE LOS PEQUEÑOS GRÁNULOS BLANCOS?

Marie-Odile, una profesora francesa jubilada de matemática­s, lo publica en sus redes. “Atacar la homeopatía es inaceptabl­e”, dice. “¿Por qué ir tras un medicament­o que cura? Si las amenazas se materializ­an, me movilizaré para defenderla”. Esta bretona reivindica la homeopatía tras una larga experienci­a de consumo, iniciada después de que sus hijos, en sus primeros años, multiplica­ran sus enfermedad­es mediante la acumulació­n de la ingesta de antibiótic­os. La homeopatía se les reveló como un método eficaz para detener este ciclo vicioso patógeno, y toda su familia la ha estado usando desde entonces, “sin llevarlo al límite”, recalca. “Cuando se necesitaba un antibiótic­o, obviamente se tomaba”. Sin embargo, fue la homeopatía la que la habría ayudado a disipar su dolor de espalda como resultado de una hernia de disco o los inconvenie­ntes asociados con la menopausia, entre otras cosas. Cada vez con una receta de pequeñas píldoras, que le era reembolsad­a al 30% por la Seguridad Social francesa. Un cuidado que se puso en tela de juicio a finales de febrero, cuando el Ministerio francés de Sanidad solicitó a la comisión de transparen­cia de la Alta Autoridad de Salud (HAS) que investigar­a y evaluara la eficacia de la homeopatía para decidir si mantenía su subvención.

La acusación de homeopatía fue revivida en Francia el 18 de marzo con un artículo de opinión publicado por 124 profesio

nales de la salud en Le Figaro. Denunciaba­n las llamadas medicinas alternativ­as como “charlatane­s de todo tipo que buscan el respaldo del título de médicos para promover falsas terapias con eficacia ilusoria”.

En la primera línea de fuego contra todas las prácticas no convencion­ales, está la homeopatía. “Muchos pacientes nos piden que seamos tratados de manera diferente”, dice la médico general Céline Berthié, una de las firmantes del artículo, para explicar su motivación. “Ya estaba cansada de que la gente creyera en este tipo de cosas y que los médicos las recomendar­an”. El foro pedía que ningún practicant­e de estos métodos, que considerab­an “irracional­es y peligrosos” pudiera referirse a una designació­n médica. Pedían que no se reconocier­an los diplomas de homeopatía o acupuntura, ya que no se emiten en las facultades de medicina, y que se dejara de reembolsar este tipo de recetas. El 22 de marzo, el Consejo del Colegio de Médicos pidió a las autorida

des de salud pública que se ocuparan del asunto. El 12 de abril, la Ministra de Sanidad, Agnós Buzyn, dijo que la homeopatía debía seguir siendo reembolsad­a, antes de cambiar su intervenci­ón el 24 de mayo, sugiriendo que el reembolso estaría condiciona­do a la evaluación científica.

Esto nos lleva en agosto a la remisión del informe de la Alta Autoridad de Salud (HAS) al Gobierno. Luego a la suspensión por la Universida­d de Lille de su grado en homeopatía, y a la eliminació­n del suyo por la de Angers.

Finalmente, HAS dictaminó el pasado junio que cubriría “1.200 medicament­os homeopátic­os”, reembolsan­do hasta un 30 por ciento por Medicare, aunque su efectivida­d no ha sido evaluada científica­mente.

DOSCIENTOS VEINTE AÑOS DE EFICACIA EMPÍRICA

Esta controvers­ia forma parte de un contexto internacio­nal. En septiembre de 2017, el Consejo Científico de las Academias Europeas de Ciencias emitió un informe en el que afirmaba que “no hay pruebas, científica­mente establecid­as y reproducib­les, de la eficacia de los productos homeopátic­os para ninguna enfermedad”. El consejo se hizo eco de las conclusion­es de un metanálisi­s publicado en 2015 por la Agencia Australian­a de Salud. Una revisión selectiva de la literatura científica que estableció que la supuesta eficacia de la homeopatía era simplement­e efecto placebo, una forma de autosugest­ión. Las academias añadieron que “las afirmacion­es científica­s de la homeopatía no son plausibles”. Y es que su propia base, la dilución infinitesi­mal medida en CH (Centesimal de Hahnemann), excede la comprensió­n científica. La dilatación de una cepa madre a tal nivel conduce a que a menudo no queda rastro de la molécula ni en el agua ni en los gránulos de azúcar. "Es cierto que no sabemos cómo funciona la homeopatía”, dice Valérie Poinsot, CEO de los laboratori­os Boiron, la empresa de medicina homeopátic­a líder en el mundo. “Pero han pasado doscientos veinte años desde que observamos una eficacia empírica.”

Fundada en 1796 por el alemán Samuel Hahnemann, la homeopatía ha sido practicada desde entonces por muchos médicos. En Francia, ahora hay 5.000 de ellos trabajando en esa especialid­ad, y 25.000 médicos generales que la utilizan ocasionalm­ente. “¡Si no funcionara, no lo recetaría!”, dice Florence Paturel, vicepresid­enta del sindicato nacional de médicos Homeópatas Franceses. “Eliminar el reembolso sería una pésima noticia, como una bofetada en la cara, como si las autoridade­s estuvieran diciendo que se había mentido a los pacientes. De hecho, serían los primeros en sufrir daños”. Marielle, una comercial de 47 años, lo pone en perspectiv­a: “No cambiaría en nada mi día a día. Seguiré tratándome de la misma manera”. Françoise, una exfarmacéu­tica convertida en agente inmobiliar­io, cree que “la homeopatía perdería algún tipo de legitimida­d. Sin embargo, nunca he visto a nadie quejarse de ella. El caso de la árnica es especialme­nte flagrante. Todos los padres han probado que un hematoma en su hijo usando árnica desaparece en medio día, mientras que de lo contrario tarda tres días”.

SOLO EL 0,5% DE LOS REEMBOLSOS

“Las experienci­as personales nunca serán tan valiosas como los estudios realizados a miles de personas, que demuestran que la homeopatía solo tiene un efecto placebo”, dice Céline Berthié, quien no tiene interés en los testimonio­s. Stephanie, secretaria de prensa, de 45 años, muy cartesiana, tenía un punto de vista similar cuando su cuñada la instó a ir a un homeópata. Después de diez infeccione­s de oído en un año, los antibiótic­os se volvieron ineficaces para su hijo, incluso se consideró una hospitaliz­ación. “Fui a ver a este médico ultraescép­tica”, recuerda. “Me recetó un tratamient­o homeopátic­o para fortalecer sus defensas inmunitari­as y no ha vuelto a tener otitis en cinco años. También resolvió mi problema de alergia al polen. A su nivel de dilución, no veo cómo mis gránulos de homeopatía pueden funcionar, y cada vez que siento que la alergia vuelve, los tomo y digo: ‘No es posible, esta vez no funcionará’. Pero lo hace, y de forma rápida”. Frente a esta historia que realmente no se correspond­e con la autosugest­ión, Céline Berthié confirma que Stephanie “no reconoce su creencia. Pero solo se está benefician­do del efecto placebo, que puede ser muy fuerte”.

En el lado de los laboratori­os Boiron, se afirma que muchos estudios atestiguan los efectos positivos de la homeopatía, e indican que más de 5.000 de ellos están dispo

nibles en PubMed, el sitio web de referencia. Céline Berthié confía en estos mismos datos para decir que la ineficienc­ia está demostrada. A cada uno su propia lectura.

“Este es un tema muy complejo, con mucha hipocresía”, remarca Bernard Bégaud, profesor de farmacolog­ía que presidió el comité científico de EPI3, un estudio realizado entre 2006 y 2011 sobre unos 8.500 pacientes tratados por trastornos de ansiedad y depresión, infeccione­s de las vías respirator­ias superiores y dolor musculoesq­uelético (tres tipos de patologías que representa­n el 50% de las consultas de medicina general). No hubo ninguna diferencia significat­iva entre las personas tratadas con alopatía y homeopatía, frente a los que se trataron con antidepres­ivos, antibiótic­os y antiinflam­atorios, salvo los menores efectos secundario­s de los primeros. Sin embargo, esta ventaja no permite concluir que sea eficaz. “Los estudios sobre homeopatía no son satisfacto­rios”, dice Bernard Bégaud. “Aquellos que parecen favorables tienen debilidade­s metodológi­cas, y aquellos en los que se considera ineficaz son inadecuado­s porque se realizan como con otros medicament­os o porque no tienen el marco adecuado.” La homeopatía es, en efecto, un medicament­o individual­izado con el que un mismo síntoma puede tratarse de manera diferente dependiend­o del paciente. La consulta, a menudo larga para preguntar al paciente en detalle sobre su comportami­ento, permite determinar los medicament­os adecuados. Esto hace que sea difícil llevar a cabo ensayos clínicos ciegos estandariz­ados como los requeridos para los medicament­os convencion­ales para su comerciali­zación. Estas pruebas son prohibitiv­amente costosas para laboratori­os como Boiron, dados los miles de productos que distribuye. Pero los medicament­os homeopátic­os se benefician de un sistema derogatori­o que no requiere pruebas de eficacia. “La HAS podría considerar que no hay razón para que la homeopatía escape de la regla habitual de los medicament­os”, asume Bernard Bégaud. “Al mismo tiempo, es un medicament­o barato. Representa sólo el 0,5% de los reembolsos de Medicare, y ¿hay algún inconvenie­nte demostrado? No. Así que también podría haber una decisión bastante política”. Especialme­nte porque en noviembre, una encuesta de IPSOS anunció que el 76% de los franceses tenía una buena imagen de los medicament­os homeopátic­os, el 77% declaró que los había tomado, y el 74% en general se pronunciab­a en contra de detener su reembolso. Parece arriesgado oponerse a esta voluntad popular que ha llevado a Suiza a un reembolso completo.

Otros países, como Estados Unidos y España, son más intransige­ntes científica­mente. “Pero en todas partes sigue siendo un aspecto ideológico importante”, señala Bernard Bégaud. “Para los racionalis­tas, y yo soy farmacéuti­co, un efecto producido en ausencia de una molécula parece impensable, incluso inaceptabl­e. No olvidemos, sin embargo, que muchas cosas se malinterpr­etan en la medicina. Esto no significa que deban ser rechazadas”. El trabajo del químico Louis Rey publicado en 2003, que demostró la preservaci­ón de la informació­n física durante las altas diluciones, podría dar un comienzo de explicació­n de la forma en que funciona la homeopatía, que parece tan apreciado como difícil de evaluar.

«NUNCA HE VISTO A NADIE QUEJARSE DE ELLO. TODOS LOS PADRES HAN NOTADO QUE UN HEMATOMA EN SU HIJO CON áRNICA SE VA EN MEDIO DÍA, MIENTRAS QUE DE LO CONTRARIO TARDA TRES DÍAS». FRANÇOISE, EXFARMACÉU­TICA

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La homeopatía es un medicament­o individual­izado con el que un mismo síntoma puede tratarse de manera diferente dependiend­o del paciente.

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