ROMA EN LA PIEL
ESCENARIO DE GRANDES LEYENDAS, DESDE 1925 LA CIUDAD DE ROMA VIVE TAMBIÉN UNA REVOLUCIÓN TEXTIL ORQUESTADA POR FENDI, QUE VUELVE A HACER DE LA PIEL SU ETERNO ESTANDARTE DE MODERNIDAD. COMO DESCUBRIMOS EN SU ÚLTIMA COLECCIÓN DE COSTURA.
Las calles romanas han visto nacer muchos mitos y leyendas. La más popular, la de Rómulo y Remo, los hermanos adoptados por la loba Luperca en su infancia y fundadores de la ciudad en la edad adulta. Pero no toda la mitología es un legado del Imperio Romano. En el siglo XX, otro dominio estableció sus cimientos en la città eterna. Corría 1925 cuando Edoardo y Adele Fendi fundaban su casa de lujo homónima, concebida como una boutique de prendas de piel y bolsos y convertida hoy en la guardiana de la peletería de alta gama. Una empresa familiar en constante cambio que ha desarrollado en su industria hitos tan magníficos como los edificios que presiden su urbe natal.
SUAVE REBELIóN
Buena parte de esa mitología Fendi no se entiende sin Karl Lagerfeld. El diseñador llegó a la casa italiana en 1965 con 32 años y muchas ideas que casaban con los intereses de Paola, Anna, Franca, Carla y Alda, las hijas de los creadores de la firma. Volcadas con la investigación peletera para ampliar las posibilidades de su materia prima, encontraron en el alemán el empuje necesario para hacer efectiva la transformación. Esta colaboración, la más longeva del mundo de la moda, logró despojar al pelo de su estacionalidad. Más relevante fue el cambio social: el material dejó de ser un símbolo anticuado de estatus para pasar a serlo de modernidad y buen gusto. Logro que la casa quiso rememorar el pasado julio en la presentación de su colección de costura otoño/invierno 2019-20, The Dawn of Romanity (el amanecer de la "romanidad", un juego de palabras entre la ciudad y humanidad). Un despliegue de vestidos etéreos, gabardinas sutiles y accesorios ligeros con elementos de piel y pelo, en convivencia con los clásicos abrigos. El esplendor de la arquitectura imperial romana, con sus superficies de mármol, su ornamentación orgánica y su cuidada paleta cromática, se plasmaba de manera pictórica sobre tejidos como el moiré de seda, la lencería y, por supuesto, la piel.
En total 54 looks, uno por cada año de relación entre Lagerfeld y Fendi, que pasearon bajo la atenta mirada del Monte Palatino, la colina más céntrica de las siete que vigilan Roma. Un lugar de culto para conmemorar el pasado y celebrar el futuro del imperio Fendi, cuyo peso recae ahora sobre los hombros expertos de Silvia Venturini Fendi, tercera generación y cómplice de Lagerfeld en la casa durante más de tres décadas. Excelente conocedora del trabajo del káiser y de la tradición familiar, Venturini es ahora la garante del futuro de Fendi, que promete seguir siendo el mito romano contemporáneo.
LA PIEL SE HA LIBERADO DE ETIQUETAS SOCIALES Y ESTACIONALES