LA ETERNA BÚSQUEDA CREATIVA
PARA MARCO LABORDA, EL 'COLLAGE' ANALóGICO ES UNA BRÚJULA QUE LE GUíA A TRAVÉS DEL TREPIDANTE CAMINO DE LA PUBLICIDAD, LA CREATIVIDAD Y LA INSPIRACIóN.
Como muchos otros artistas, Marco Laborda (foto de la dcha.) se crió en un hogar creativo. Hijo de pintor, el arte, tanto plástico como de otras disciplinas, siempre ha sido una parte natural de su día a día. Hace dos años empezó casualmente a jugar con recortes de revistas durante un viaje y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Ahora, compagina su trabajo como director creativo del estudio Neurads con proyectos más personales, como el diseño de los carteles de la gira músico-poética de la escritora Elvira Sastre y el cantautor Andrés Suárez. Enamorado de la fotografía y el collage analógico, la herencia pictórica de su padre está muy presente en su obra. “Muchas veces me dicen que mis collages parecen cuadros y me gusta que sea así, porque es como los imagino en mi mente antes de materializarlos”. Esa voluntad queda patente en piezas como su hombre de chaqueta azul (dcha., abajo), una versión de Retrato de un hombre con una sortija, de Francesco de Cossa.
Entre sus proyectos personales, Alterado, su primera exposición, y Down the Rabbit Hole (dcha., de arriba abajo) una editorial para la revista Neo 2 elaborada en colaboración con el fotógrafo Carlos Villarejo. En ella, la dulce Alicia se convierte en una joven contemporánea que vuelve a la madriguera con la misma curiosidad y algo más de escepticismo que su versión infantil.
La serie es una representación fiel del mensaje de la novela original y de la inquietud principal del artista, formado en psicología y arte dramático, y cuyas creaciones hablan siempre de “la búsqueda” y el crecimiento personal. ¿Su propia meta? Exponer en Nueva York, San Francisco, Londres o París, y seguir buscando siempre nuevas aspiraciones creativas.