ESTRÉS: EL MAL DEL SIGLO XXI
AFECTA A LA MAYORÍA DE LOS ESPAÑOLES (MUJERES, SOBRE TODO) Y SUFRIR EPISODIOS PERSISTENTES PUEDE PROVOCAR UN ENVEJECIMIENTO PREMATURO DE LA PIEL, INSOMNIO O IMPEDIRTE BAJAR DE PESO.
El título no es gratuito. Nueve de cada diez españoles han sentido estrés en el último año, según un estudio realizado por Cinfa Salud y avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Y hay un dato más alarmante: el 42% se siente estresado frecuentemente, lo que equivaldría a casi 12 millones y medio de personas. Las mujeres son las más afectadas. El mismo estudio revela que la mitad declara sentirse así a menudo (en el caso de los hombres, la proporción es 1 de cada 3). De este modo, las mujeres menores de 45 años con dos hijos encabezan el perfil de los españoles más estresados . Y es que el número de descendientes influye significativamente: un 61% de quienes se sienten estresados continuamente tiene hijos, frente al 38,8% que no los tiene. El factor más estresante es el exceso de actividad o la falta de tiempo. Algo que en el entorno laboral
está provocado por una sobrecarga de trabajo, seguido por el temor a no estar a la altura de las expectativas. Según el Instituto Nacional de Estadística, "el estrés llega a causar un 30% de bajas en el trabajo".
En los últimos años ha entrado un nuevo actor en escena: el ' tecnoestrés'. En este marco, cinco de cada diez españoles declaran que las nuevas tecnologías y las redes sociales influyen en su nivel de estrés, siendo los jóvenes entre 18 y 34 los más afectados. Y aquí se produce una paradoja: el 17% de la población declara que estas mismas tecnologías le ayudan a reducirlo. ¿El motivo? "El estrés puede ser negativo o positivo, según cómo uno perciba que pueden influirle las consecuencias de esta situación. En ambos casos, produce cansancio, activación fisiológica y una serie de respuestas físicas y emocionales", explica la SEAS.
CÓMO PERJUDICA A LA PIEL
Padecer estrés no solo deriva en problemas emocionales, provocando ansiedad y nerviosismo, sino que también puede reflejarse en enfermedades de la piel. "La persistencia del estrés a nivel cutáneo puede favorecer el agravamiento de patologías inflamatorias tales como la psoriasis, la dermatitis atópica o la hidradenitis supurativa, produciendo un incremento del picor y del dolor", explica el Dr.