MARISA DE AZCÁRATE
Empresaria
Después de casi 30 años trabajando en la empresa familiar en Madrid, Marisa C. de Azcárate llega a Jerez de la mano de su marido, José Ramón Estévez, uno de los siete hermanos dueños de las bodegas Marqués del Real Tesoro y Valdespino. Apasionada del arte, mientras buscaba una casa en la que establecerse, le ofrecieron el edificio que hasta entonces ocupaba el Casino jerezano, que anteriormente había sido la Cámara de Comercio y una de las residencias de los Domecq. Fue entonces cuando decidió reinventarse y construir lo que es hoy el Hotel Casa Palacio María Luisa. “Gracias a él me he demostrado a mí misma que soy empresaria, cosa que no me creía cuando trabajaba con mi padre”.
Su afición al arte le hizo concebir dicho espacio para que fuera mucho más que un alojamiento. “Me aburriría horriblemente si solamente me dedicara a vender camas. Desde el principio concebí el hotel para que fuera un sitio de referencia en Jerez. A mí me gusta mucho el arte y el edificio ya era una de por sí”. Situado en una de las zonas más señoriales de la ciudad gaditana, el edificio es una casa palacio del siglo XIX. “Lo primero que tuvi
mos que hacer fue arreglar cimientos, estructuras de madera, evitar humedades. La segunda fase fue mantener y recuperar todo el patrimonio”, cuenta. Aunque siempre le ha gustado el arte, Marisa reconoce que fue Pepe Estévez, su suegro, quien terminó por involucrarla en este mundo. “Fue él el que me inculcó esta afición. Tanto es así que han llegado a decir que de los siete hijos que tiene soy yo la que más me parezco a él”, comenta con humor. La colección de Estévez se encuentra en la bodega Real Tesoro, que cuenta con la serie completa de la Suite Vollard de Picasso, obras de Dalí, Miró o Botero. Además de esa contribución a la vida cultural de Jerez, Estévez creó un Premio de Pintura que, a su muerte, retomó Marisa. Aunque la falta de tiempo no le permitió mantener el certamen, la CEO de Kaizen Hoteles sigue los pasos de su suegro: “No me considero coleccionista, pero sí que compro algunas cosas, me dejo asesorar... Igual que hacía él. Y también sigo su estela en hacer cosas por el bien de la ciudad, de ahí mi ansia de que Casa Palacio María Luisa sea más que un hotel”. Prueba de ello dan esculturas de Fernando Oriol y cuadros de Juan Padilla y Didier Mayés, entre otros.
“Yo soy muy del arte en el sitio y no tanto de tener una colección, por eso he traído obras de mi propiedad al hotel, para que las pueda disfrutar más gente. Lo importante es estar con los ojos abiertos y atenta a las oportunidades”. Y no hay duda de que esa máxima le funciona, pues ya está en marcha el tercer hotel de la compañía, que tendrá su sede en Sevilla.