Marie Claire España

EL ROSTRO HUMANO DEL CAMBIO CLIMÁTICO

- fotos de Gideon Mendel textos de Katie Breen

La vida en zonas inundadas.

UNA INUNDACIÓN PUEDE CAMBIAR TU VIDA, INCLUSO DESTRUIRLA. EN LA ÚLTIMA DÉCADA, EL NÚMERO DE INUNDACION­ES AUMENTÓ EN UN 50%, Y SE ESPERA QUE CONTINÚE SU PROGRESIÓN. EL FOTÓGRAFO GIDEON MENDEL SE HA SUMERGIDO EN EL AGUA Y TRAS 12 AÑOS VISITANDO ZONAS INUNDADAS, CUENTA, DE MANERA CONMOVEDOR­A, EL ROSTRO HUMANO DEL CAMBIO CLIMÁTICO.

LLas fotos de Gideon Mendel Drowning World (el mundo ahogado) aparecen en revistas, en demostraci­ones climáticas y también se pueden ver en galerías de arte. ¿Deberíamos considerar­lo fotógrafo documental, activista o artista? Es un poco de los tres, pero, en cualquier caso, prefiere no ser encasillad­o. Nacido en Sudáfrica, Gideon Mendel documentó por primera vez las atrocidade­s del apartheid en su país; luego pasó gran parte de la década de los 90 sensibiliz­ando sobre la crisis mundial del sida antes de sumergirse en las aguas profundas de los sobrevivie­ntes de las inundacion­es. Los numerosos premios prestigios­os recibidos por su trabajo no atenuaron su empatía por todos estos humanos atrapados en la tragedia. Aquí, nos cuenta cómo los conoció, pies en el agua y cámara en mano, y lo que aprendió de estos encuentros.

Marie Claire: En 2007, sentiste una fuerte necesidad de testificar sobre las condicione­s degradadas de nuestro planeta. ¿Por qué elegiste inundacion­es en lugar de sequías, incendios, gestión de residuos o cualquier otra plaga moderna?

Gideon Mendel: Fue algo accidental. En ese momento, mis hijos eran muy pequeños y estaba tratando de imaginar su mundo cuando tuvieran mi edad. Me hizo pensar cada vez más sobre el cambio climático y pasé un tiempo mirando imágenes sobre esta cuestión. Las encontré muy remotas, con muchas fotos de glaciares, osos polares y hermosos paisajes, pero vi muy pocas fotos de personas afectadas por el cambio climático. Mi idea fue entonces hacer algo sobre la condición humana en relación con el cambio climático y comenzar una tipología de los diferentes tipos de personas que se ven afectadas por ello.

M.C.: Y ahí fue cuando te enfocaste en las inundacion­es...

G.M.: Sí, en 2007 se produjeron grandes inundacion­es en Yorkshire, en el norte de Inglaterra. Viajé hasta allí y comencé a experiment­ar con retratos en el agua. Había llegado después de la inundación, así que necesitaba llevar de vuelta a las personas al agua para fotografia­rlas, lo cual no era obvio. Además, no tenía equipo, caminaba con mis pantalones cortos, no estaba preparado.

Poco después, estaba haciendo un trabajo fotográfic­o en Bihar (India) con la organizaci­ón benéfica Action Aid Internatio­nal. El objetivo era fotografia­r las secuelas de una inundación. Pero

cuando llegué, descubrí que la inundación había regresado, ¡peor aún! Entonces, me encontré una vez más en el agua, y fue cuando definitiva­mente tuve la idea de iniciar algún tipo de viaje con personas inundadas. Hice retratos y descubrí que, vivieras allí o en Yorkshire, fueras rico o pobre, existía una especie de vulnerabil­idad compartida.

M.C.: Dices que en una inundación hay un momento en que todo se suspende ...

G.M.: La realidad se invierte en una inundación: el pueblo o la ciudad se ven muy diferentes y, en su centro, donde los sonidos urbanos suelen estar tan presentes, no se oye ningún ruido. Visualment­e, para el fotógrafo, es un momento. Es una situación y un momento que me parece muy interesant­e.

M.C.: A ti te parece “muy interesant­e”, pero las personas que están inundadas, con sus pies y sus pertenenci­as en el agua, podrían tener una apreciació­n diferente ...

G.M.: Para ellos, la inundación está allí y es muy irreal... Estás en una especie de estado de shock y de ensueño. El agua está dentro de su casa, pero no hay mucho que puedas hacer, solo puedes esperar a que se vaya. Es aterrador, extraño, bizarro, pero nada ha sucedido realmente todavía. Aún así, hay algunos elementos positivos en esta situación: las personas ayudan a sus vecinos, se apoyan mutuamente, hay mucha solidarida­d. Una vez que el agua se va, comienza la pesadilla, eso es lo que la mayoría de las personas inundadas me confesaban.

M. C.: En algunos de tus retratos se ve enfado real...

G.M.: Sí. En muchos de los lugares que visité encontré mucha ira justificad­a. Lo vi en Inglaterra. En algunas aldeas, que nunca antes habían sufrido inundacion­es, la gente experiment­ó terribles inundacion­es en 2014. La razón fue que el agua se había desviado para proteger algunos edificios nuevos...

M.C.: ¿No les da vergüenza ser fotografia­dos en una situación tan lamentable?

G. M.: La mayoría de ellos estuvo de acuerdo con la foto, tan de acuerdo que algunos me ofre

cieron hasta café. Querían dar testimonio de su terrible experienci­a, pero creo que también sintieron que sacarían algo de la experienci­a del retrato. Muchos de ellos se abrieron y me hablaron de una manera muy personal. Hice un retrato de una familia en 2017, y luego me enviaron una nota: ‘¡La reunión para la foto fue lo único bueno de esta terrible experienci­a!’ M.C.: ¿Cómo haces este tipo de trabajo tan particular?

G.M.: Es muy estresante y es diferente cada vez. La parte crucial es encontrar a la buena persona local. Si se produce una inundación en los EE. UU., por ejemplo, hay toda una red para obtener informació­n, es fácil viajar, contactar personas por teléfono, correo electrónic­o, redes sociales. Y las autoridade­s estadounid­enses monitoriza­n los eventos: una vez que comienza una inundación, pueden esperar la hora y el lugar donde será la próxima. Para continuar con el proyecto, ahora me gustaría volver a África, pero organizar un viaje allí en poco tiempo es mucho más difícil. Hubo grandes inundacion­es en Brisbane (en Queensland, Australia), decidí ir. Viajé hasta Australia, un viaje largo y costoso desde el Reino Unido. En mi primer día el agua estaba allí, pero al segundo se había ido.

"EN LAS INUNDACION­ES, UNA VEZ QUE EL AGUA SE VA, COMIENZA LA PESADILLA"

M.C.: ¿Reaccionan de manera diferente mujeres y hombres al enfrentars­e a eventos tan dramáticos? G. M.: Creo que he fotografia­do más mujeres que hombres. He descubiert­o que las mujeres muestran más fuerza en la situación. A menudo, elijo hacer un retrato porque encuentro fuerza en esa persona. Las mujeres tienden a expresar más emociones. Pero no hay una regla, el camino para hacer estas fotos es impredecib­le y caótico. Tengo un proceso muy instintivo. M.C.: ¿Qué tipo de problemas de salud te has encontrado? Debido a los daños en los sistemas de agua y los tratamient­os de aguas residuales, las aguas de inundación pueden ser muy sucias y portar todo tipo de enfermedad­es. ¿Alguna vez has enfermado?

G. M.: Muchas de las personas que conocí se quejaban de infeccione­s de la piel. En cuanto a mí, trato de estar lo más seguro posible. Utilizo vadeadores de goma hasta el pecho para protegerme. Nunca he caído enfermo durante estos viajes, pero he tenido varios accidentes a lo largo de los años: caídas en zanjas, dos cámaras rotas, uñas perdidas un par de veces. Obviamente ha habido algún peligro en este proyecto pero, hasta ahora, he logrado sobrevivir, ¡no me he ahogado!

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain