GANAS DE CREER
Una de las muchas cosas buenas que tiene trabajar en una revista como esta es que te da la oportunidad de vivir ciertos acontecimientos dos veces: la presentación de una nueva temporada en las semanas de la moda, y la temporada en tiempo real seis meses después, cuando llega a las tiendas; los lanzamientos de series (mediante screeners para nosotros) y la llegada de las mismas a las plataformas meses después; o la celebración de la Navidad cuando la preparamos marcas, agencias y nosotras mismas (desde septiembre al cierre de este número) y la de verdad, cuando nos reunimos cara a cara con las familias meses después. Es cierto que muchas veces, la sensación no es del todo agradable. A unas mentes y unos cuerpos tan acelerados como el entorno exige, tantos déjà vu y dèjá vécu acumulados, aunque sean reales, no les viene bien. Ni por salud mental ni por espíritu. Así que en lo que a mí respecta, hago un esfuerzo importante por mantener la ilusión y las ganas. Pocas cosas encuentro tan enervantes en una persona como la creencia de sentirse de vuelta de todo. Bueno sí, el que suma a su convencimiento esa pose de estar de vuelta de todo; ya sabéis, ese been there, done that que me supera. Si como nos recuerda Mario Garcés en su análisis de este mes, un 52 por ciento de la sociedad americana cree en Santa Claus y un 17 por ciento en Cupido, ¿cómo no intentar creer? Sea casi en la situación que sea. Olvidar el cinismo, el postureo y el impostamiento e intentar abrazar cada experiencia como si fuera la primera vez sin caer en lo naif ni en la estupidez. Difícil equilibrio, sin duda. Al cierre de este número afrontamos los resultados de las (pen)últimas elecciones generales. Como siempre descubrimos vencedores y vencidos, optimistas y pesimistas, abandonistas y resilientes, sorprendidos y amargados... Como siempre en estos últimos tiempos, sobre nuestras cabezas pende el temor al bloqueo, al rebloqueo, a unas nuevas elecciones, a los problemas, a la recesión, a la crisis, al mal gobierno, a la mala vida. De todos nosotros depende elevar el espíritu, creer y practicar la inteligencia, el sentido común y la bondad humana, buscar el espíritu colaborador, perseverar y acertar... Si no ahora, ¿cuándo? Solo una vez al año es Navidad... o no.