DERMATOLÓGICO
LAS ALTERACIONES HORMONALES QUE LO CAUSAN SON CLAVES PARA CURARLO.
El acné en la edad adulta o el acné tardío es una realidad que afecta a entre el 15 y el 20 por ciento de las mujeres. Lejos de ser un problema únicamente estético, es una enfermedad de la piel que, como tal, requiere de un tratamiento específico. La dieta, la limpieza o el control del estrés se han considerado, durante mucho tiempo, sus principales desencadenantes más allá de los 20 años. Las nuevas investigaciones apuntan a que la alteración hormonal puede ser la respuesta para su aparición, y también para su cura. Lo explica la dermatóloga Cristina Eguren, de la Clínica Eguren Dermatología y Estética, con motivo de la celebración 28º Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología, que se ha celebrado en Madrid. “Durante la adolescencia, hay un pico de hormonas androgénicas totalmente normal que causa acné en un 85 por ciento de los adolescentes. El problema viene cuando estos niveles vuelven a elevarse durante la edad adulta y provocan que el acné vuelva aparecer o aparezca por primera vez”, puntualiza.
CON MIMO Y PACIENCIA
Aunque actualmente la dermatología cuenta con varias opciones de tratamiento, la experta incide en que, si no se controla el efecto hormonal, el acné volverá a aparecer.
Por ejemplo, entre los primeros niveles de tratamiento encontramos los geles desinfectantes o cremas y los antibióticos orales destinados a reducir la inflamación. “Los antibióticos actúan durante su administración, pero una vez que se dejan de tomar, dejan de actuar y el acné puede volver a aparecer porque la cuestión hormonal sigue presente”, destaca la experta.
En un tercer nivel, la especialista resalta los tratamientos antiandrogénicos, aquellos fármacos que van a bloquear o disminuir el efecto de los andrógenos. “Estos fármacos pueden ser parte de la clave porque van a permitir ir a la causa que produce el acné." ¿Qué hay que tener en cuenta? "Que estos tratamientos son lentos porque no están tratando el grano, sino la causa”, añade.
Hace unos años aparecieron también los tratamientos de luz, como los láseres o la terapia biofotónica, que disminuyen la inflamación y tratan las cicatrices.
¿Cuál es la clave del tratamiento? Combinar diferentes escalones. “Ningún escalón va a tratar todo: la lesión y la causa. Hay que establecer la gravedad del acné, hacer un estudio hormonal cuando sea preciso y, si es conveniente, combinar el tratamiento de un antiandrógeno con un antibiótico, o con tópicos o con láseres”, concluye la dermatóloga.