EMMA ROBERTS
LEE EN LA BAÑERA Y VE SU PASADO EN UNAS GALLETAS. LA VAINILLA ESTÁ EN LA INFANCIA DE UNA DE LAS MÁS JÓVENES REINAS DEL CINE DE TERROR. Y EN SU TOCADOR.
En todas las infancias felices hay un horno que se precalienta. En la de Emma Roberts, la máquina esperaba una bandeja de galletas con trocitos de chocolate. Su madre las preparaba cuando sus amigas iban a casa. Cuando el olor a mantequilla, chocolate y vainilla la alcanza hoy, su infancia se pone en pie en el recuerdo. Quizá por eso siempre acaba rodeándose del aroma de la flor de Madagascar. La busca en forma de velas y de jabones. Le entusiasmó, recuerda, descubrir las notas de vainilla en Boss Alive, el perfume de Hugo Boss al que, entre promociones y rodajes, presta rostro y voz.
Si las medidas de sanidad logran reblandecerse a tiempo, La caza habrá llegado a las salas de cine antes de que el mes de mayo se estrene en el calendario. De lo contrario, el thriller de acción se tropezará hasta el verano. En la cinta, el guion de uno de los creadores de Perdidos diseña un juego en el que las víctimas de un secuestro nacional deben asesinarse los unos a los otros para entretener a la élite de Estados Unidos. El terror psicológico atraviesa una rotonda cinematográfica compuesta por La purga, Los juegos del hambre y Almas de acero.
Roberts tenía ya en el currículum el tick del miedo. Su nombre aparece en los créditos de American Horror Story y en Scream Queens. Ella prefiere ahorrarse los sustos. Si tiene que ver una, que sea de día, con el sol arriba en cielo y la luz, clara, a través de la ventana. A solas le da "demasiado miedo".
COSAS DE CASA
La llegada lo recompensa. La película de Denis Villeneuve en la que Amy Adams logra descifrar el lenguaje de unos extraterrestres la absorbe desde 2016. La filtra en su lista de reproducción siempre que puede. Aunque cualquier cosa con extraterrestres, reconoce, le vale. Las comedias románticas ya son otra historia. El filtro es estrecho. En la cima, su apellido le devuelve la carcajada. Julia Roberts se encargó de escalarla con La boda de mi mejor amigo. Ojo y oído se han refinado en casa.
"Admiro mucho a mi tía. Es, obviamente, una de las actrices más impresionantes del cine, pero también es una madre y una tía increíble. Y me fascina cómo compagina el trabajo con tener una familia. La admiro", insiste, "de verdad". Joan Didion y Bret Easton Ellis completan el pódium del deslumbramiento. La periodista llegó a las manos de Roberts a través de Según venga el juego. De ella, como de Ellis, le cautivó su manera de escribir sobre Los Ángeles. Descubrió que en la ciudad en la que se había criado - había otras que no conocía.
Se lleva los nuevos mapas a la bañera y en Belletrist, una plataforma online de literatura que fundó con su mejor amiga, los comenta. En casa, sales, velas y un libro. "Refresca dejar el móvil en otra habitación, coger un libro y desconectar. Es una forma de cuidarme, de conocer mis propios pensamientos. Leer te recoloca". Un día escribirá ella uno. Cuando tenga, advierte, algo que decir.