Los Morales (Sevilla)
José sabe que es un privilegiado. Cuando se enamoró de un hombre tras haber tenido siempre relaciones de pareja con mujeres, no tuvo que dar explicaciones a nadie, ni a familia ni a amigos. Arropado por un entorno tolerante en su Sevilla natal, nunca ha temido represalias ni discriminaciones. Por eso no tuvo reparos en importar la fiesta del Orgullo a un pueblo de menos de 4000 habitantes donde nunca antes se había celebrado la diversidad. Ocurrió en Los Morales, la localidad que le ha convertido en alcalde con tan solo 27 años. Conseguir la alcaldía en una localidad tan pequeña, tradicionalmente socialista (él es alcalde por el Partido Popular), en la que no tenía raíces familiares y siendo gay no era un reto sencillo. "Eso fue lo que más me atrajo", cuenta José. Hoy, se considera una prueba viviente de que no existen imposibles. "Creo que el hecho de que una persona haya roto todos los esquemas del pueblo ha sido positivo para mucha gente", reflexiona.
Al ganar las elecciones logró alcanzar otra meta a la que ni siquiera aspiraba: otorgar a su partido un referente dentro del colectivo ("un político que fuera gay con normalidad", dice), una figura que echaba en falta y en la que ha terminado por convertirse. "Por suerte cada vez somos más los que hablamos de esto libremente y sin complejos", asegura José, que considera que para los más pequeños es muy positivo ver a personas que llegan hasta donde quieren "por su valía" y sorteando las aparentes barreras. A pesar del optimismo que destila su discurso, es muy consciente de que en los pueblos sigue habiendo prejuicios. Sabe que varias personas abandonaron Los Morales durante la transición democrática porque allí no podían vivir su sexualidad. "Aquí es más difícil porque todo el mundo se conoce, siempre están los complejos de salir del armario y eso sí lo he notado personalmente", reconoce. Estas dificultades fueron precisamente las que le motivaron para organizar la que llama "la primera fiesta de la diversidad". En ella, combinaron el componente lúdico del Pride con una actividad divulgativa: instalar un escenario para que personas del colectivo pudieran compartir sus historias de vida. El festejo tuvo una acogida muy positiva. "Venían los niños y las mujeres después de misa", recuerda José, que cree que "solo hacía falta que alguien lo tratara con naturalidad". Hoy nadie se va de Los Morales para poder ser quien es. El cambio generacional, dice, ha hecho mucho bien. La gente joven ya no ve necesario poner etiquetas. "En los pueblos hay muchos secretos que todo el mundo conoce y de los que nadie habla públicamente, pero eso ya ha quedado en algo de la gente mayor."
Para que siga siendo así, la política debe ser favorable a la integración. Por eso este sevillano se levanta cada día sintiendo "una doble responsabilidad", a saber, cumplir con su trabajo y, además, comunicarlo "para que se vea que personas con ciertas diferencias lo hacemos tan bien como los demás". Y más ahora que desde la propia política surgen iniciativas como el Pin Parental que permite, entre otras cosas, que los progenitores delimiten la educación de sus hijos en materia de diversidad sexual y de género. "Si los padres tienen que decidir sobre lo que aprenden sus hijos, que lo hagan con la educación que les dan en su propia casa", sentencia el alcalde, quien considera muy importante que a los colegios puedan ir referentes del colectivo que compartan su experiencia con los estudiantes para que estos "tengan un reflejo donde mirarse".
José aprovecha la entrevista para lanzar una petición: que tanto artistas como activistas LGTBIQ ayuden a que la España rural gane en diversidad y aceptación. "En las ciudades está plenamente normalizado, pero aquí aún tenemos que trabajarlo y, además, no tenemos los recursos económicos para pagar el caché de grandes referentes. Son artistas y, por supuesto, merecen su sueldo, pero sé que muchos pueblos de nuestro país estaríamos agradecidísimos si estas personas vinieran de manera solidaria, simplemente a compartir su historia", pide José, que ve en Los Morales la semilla de un futuro más colorido.