LECCIÓN APRENDIDA
MUSA DE GUERLAIN DESDE HACE DOCE AÑOS, LA SUPERMODELO NATALIA VODIANOVA NOS CUENTA CÓMO VIVE EL CONFINAMIENTO, QUÉ ESTÁ APRENDIENDO DE ESTA SITUACIÓN Y EN QUÉ MEDIDA AFECTA A SU VIDA PRIVADA.
NVioleta Valdés.
o está siendo fácil, pero no llevamos la cuarentena tan mal como muchos otros", comienza a decir Natalia Vodianova (Rusia, 1982). Habíamos concertado nuestra entrevista en París, pero el estado de alarma se impuso, y ha acabado llamándome por teléfono desde su casa de campo, donde se ha instalado con toda la familia: "Aquí podemos salir a pasear". Además "hemos instalado colchonetas para que los niños se muevan y hagan algo de ejercicio, sobre todo el más pequeño", explica. La modelo se refiere a Maxim (6 años) y Roman (4 años), fruto de su relación con Antoine Arnault, heredero del imperio de lujo LVMH y con quien anunció su compromiso el pasado enero. Pero que no te engañen tanto glamour y elegancia: Vodianova no ha tenido una vida fácil, y ahora no pasa ni mucho menos por su peor época. Su padre se fue de casa cuando era una niña. Y como lo que ganaba su madre vendiendo pasteles no bastaba para mantenerlas a ella y sus dos hermanas, la rusa comenzó a trabajar con once años. Como en un cuento de hadas, un agente de modelos 'la descubrió' mientras vendía fruta en la calle, y el resto ya se sabe: París, contratos millonarios, un primer matrimonio con tres hijos... Hasta que en 2004 creó Naked Heart Foundation, para promover la igualdad y seguridad de los niños rusos, pasando a ser el hada madrina de otros muchos.
¿Cómo te ha afectado el confinamiento? He tenido que posponer muchos proyectos. Para Naked Heart Foundation está siendo muy difícil y los problemas de las personas con necesidades especiales se agravan. Para quienes padecen autismo, como mi hermana, es vital seguir una rutina. Ella va a una de las escuelas de mi organización, y ahora que no puede, mi madre tiene que sacarla de paseo. Está muy triste, necesita salir todos los días, no puede quedarse en casa; pero la policía siempre les pregunta qué hacen fuera y les ordenan regresar. Es muy estresante para mi ma
Benjamin De Lapparent.
dre. Y el hecho de no estar recaudando fondos puede empeorar todo a finales de año.
¿Crees que la pandemia transformará la sociedad? Sí, cambiará el mundo de una forma profunda y positiva. Cuando veo a mi abuela… Ella sabe apreciar la belleza de la vida y de la naturaleza; y te ayuda, es maravilloso. Vivir la II Guerra Mundial y el comunismo le ha hecho valorar más cada día. Nosotros y nuestros hijos estamos varias generaciones atrás y no somos tan conscientes de lo valioso e importante que es un simple día, ser felices con pequeñas cosas, y para afrontar esta situación es vital ser gratos. No es cuestión de egos ni de países: debemos unirnos, cooperar y construir puentes juntos. Las consecuencias económicas serán nefastas, pero espero que los aspectos positivos superen los negativos; depende de todos. Ojalá el mundo considere esto una oportunidad para apreciar más la vida y despojarse del odio. ¿Ha cambiado tu relación con la belleza? Mantengo mi rutina de mañana y de noche. Creo en el poder de la belleza y la moda; puede sonar superficial, pero es fortalecedor y hoy más que nunca debemos sentirnos a gusto. Aunque me pase el día cocinando para diez personas, quiero sentirme bien conmigo misma. No glamurosa: solo llevar algo mono, como unos vaqueros para sentirme chic. Y sobre todo de noche, tras haber hecho la cena para toda la familia, un poco de Rouge G. Es mágico, muy práctico: lo puedes guardar en el bolsillo y se aplica rápidamente, ni siquiera necesitas espejo. Cuando lo descubrí hace unos diez años pensé que parecía una bala, y para mí es un arma poderosa para la mujer, un arma de belleza.
¿Y qué sucede con vuestra boda? La hemos pospuesto indefinidamente. Estoy deseando que llegue el día, por supuesto, pero lo importante ahora es que nos queremos y tenemos hijos maravillosos. Lo que deseamos de verdad es que esto termine pronto y volver a nuestra normalidad, al trabajo, al colegio. Saber cómo será el mañana es mucho más importante que un día de celebración.
n