CONSEJOS
Aumenta los alimentos de origen vegetal por su aporte en fibra soluble: frutas, verduras, legumbres, avena…
Asegura el aporte de calcio, vitamina D, vitamina K, magnesio para mejorar la salud ósea. Elige productos como las espinacas, col kale, acelgas, almendras, brócoli, perejil, verduras de hoja verde.
No olvides las proteínas de origen vegetal (legumbres incluida la soja, los cereales, frutos seco y semillas). Si consumes carne, elige las magras con menos grasa y pescado azul.
Modera el consumo de alimentos grasos, priorizando siempre las grasas insaturadas como el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos, semillas, aguacate…
Bebe agua, no esperes a tener sed y aprovecha cuando estés en casa para beber infusiones, roiboos, té, café, sopas, caldos.
Reduce el consumo de sal. El cuerpo necesita sodio pero demasiada cantidad favorece la hipertensión arterial.
Haz ejercicio físico.
El ejercicio reduce la pérdida de músculo, aumenta tu gasto calórico, fortalece tus huesos y mejora tu salud cardiovascular.
Mejora el estado anímico y emocional