A DOS METROS DE TODO Y DE TI
PARA CALCULAR LA DISTANCIA DE SEGURIDAD BASTA CON IMAGINAR QUE ENTRE NOSOTROS Y NUESTRO ACOMPAñANTE HAY, TUMBADO EN EL SUELO, UN HOMBRE CON SOMBRERO DE COPA. ASí ES LA EXTRAñA NORMALIDAD QUE NOS DEJARá ESTE AñO, HISTóRICO ENTRE LOS BISIESTOS.
Una reflexión sobre las nuevas barreras físicas y mentales.
Mario Garcés
les, que haga posible la igualdad desde la perspectiva de la nueva distancia. También la estupidez y el odio tomarán distancias aunque solo sean presenciales, porque son pecados que se transmiten con la velocidad de un virus que no muta. Se reducirán las agresiones, en Núñez de Balboa o en Vallecas, que entre dos personas a esa distancia no hay brazo que atice un mandoble.
FRONTERAS DE TELA Y GOMA
Y nos reconoceremos con mascarillas, al igual que lo hacemos en las playas de antaño cuando nos cruzábamos en la orilla con un vecino ventrudo y de rizo alambicado en pecho descubierto. Entonces nos sorprendíamos de haberlo reconocido en su plena desnudez con bañador retorcido a la cintura, como ahora nos asombramos de reconocernos en nuestro nuevo papel de Curro Jiménez al asalto de cualquier diligencia cordobesa o como los protagonistas de La casa de papel con máscara de uso múltiple. A dos metros y embozados con mascarillas, no podremos saber si sonríen o si se nos ríen. Será cuestión de leer los ojos. Con olas de dos metros de altura y con distancia precautoria con mascarilla sumergible y a juego con el bikini de temporada, ya no habrá opción de abrazos y enjuagues de cuerpos de novios, ni de noche ni de día. Y para los que jueguen a las raquetas, manténgase la distancia preceptiva pero no yerren en el lanzamiento porque la bola no podrá impactar en otros cuerpos. Extraño verano en que no habrá tienda de campaña a sotavento para protegerse del Levante y en la que las toallas aparcarán a los rutinarios dos metros. 2020 va a ser el año del 2 y del 0. Que corra el calendario y que finalice ya este año bisiesto. Algo tendrán los bisiestos cuando en 1912 se hundió el Titanic, en 1948 asesinaron a Ghandi, en 1968 a Martin Luther King y en 1980 a John Lennon. Imagine.
n