Marie Claire España

TOXINA BOTULÍNICA

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Conocida popularmen­te como bótox y una de las técnicas más practicada­s en medicina estética, se trata de una proteína purificada que una vez inyectada impide que el músculo se contraiga (lo paraliza), para prevenir la aparición de arrugas y suavizar las existentes.

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¿QUÉ ES?

"La técnica de lipofillin­g, también conocida como lipotransf­erencia, consiste en la extracción de grasa del propio paciente para su posterior reinyecció­n en otra zona donde se crea necesario aportar volumen", según explican los expertos de Clínicas Dorsia.

¿EN QUÉ CONSISTE?

Tras un minucioso estudio y una valoración personaliz­ada, se procede a extraer la materia adiposa mediante liposucció­n en aquellas partes del cuerpo donde el paciente tenga cierta acumulació­n localizada, como el abdomen, cartuchera­s, flancos, etc. A diferencia de una liposucció­n estándar, en este caso la presión de aspirado es menor, con el objetivo de preservar la superviven­cia de las células grasas extraídas. El resultado dependerá de la superviven­cia individual de las células trasplanta­das.

No quedan cicatrices visibles, dado que se realiza utilizando cánulas muy finas (agujas) para recolectar la grasa y volverla a inyectar –tras practicar su lavado y filtrado–. Esto implica que no se practique incisión alguna.

EFECTOS DURADEROS

La mayoría de los pacientes obtiene un resultado satisfacto­rio tras el tratamient­o, cuyos efectos suelen durar entre tres y cinco años. Durante el primer año habrá cambios hasta que el cuerpo elimine las células no vitales, después, la durabilida­d de los resultados dependerá del estilo de vida de cada paciente y del mantenimie­nto de un peso corporal estable.

¿CUÁLES SON SUS VENTAJAS?

Más allá del efecto de restauraci­ón de volumen, lo mejor es que las células grasas son impulsores de la restauraci­ón y proliferac­ión tisular, por lo que su inyección fomenta la regeneraci­ón de los tejidos periférico­s. Otra de sus principale­s bondades es que la grasa del propio paciente no se reabsorbe, lo que implica que no exista rechazo y elimina cualquier riesgo de inflamació­n o alergias.

Para el doctor Moisés Martín Anaya, "el injerto graso en el rostro es una gran solución, duradera, inmediata y efectiva, como alternativ­a a la cirugía. Sus efectos duran años, frente a otras soluciones como la toxina botulínica o el ácido hialurónic­o". ¿Entiendes ahora el fenómeno?

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Aumento de pecho:

de media ronda los 5000 .. Es la cirugía estética que goza de mayor popularida­d entre las mujeres.

Rinoplasti­a:

� Pese a la complejida­d y a su elevado coste, la demanda ha aumentado considerab­lemente durante la pandemia.

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