AVISA CUANDO LLEGUES
Cuando dos mujeres se despiden de noche, la frase se desliza en la conversación de forma natural. El asesinato de Sarah Everard espolea un nuevo movimiento por el espacio público.
La historia se ha replicado en telediarios y periódicos. El asesinato de Sarah Everard ha descorchado vivencias y testimonios compartidos más allá de las fronteras de Inglaterra. Internet ha contagiado el movimiento Reclaim These Streets (Reclamemos estas calles) a idiomas y nacionalidades. Everard había salido de noche, antes de las nueve, de casa de unos amigos. Regresaba a la suya. Llevaba un gorro beige y una mascarilla rosa. Hablaba por teléfono con su novio, aún quedaba algo menos de una hora para llegar a casa. Esa, asegura la BBC, fue la última comunicación que Sarah Everard mantuvo. Entonces, desapareció. Una semana más tarde, cuando las farolas y los semáforos del sur de Londres se habían forrado de carteles que advertían de la desaparición de la treintañera, la policía encontró un cadáver. Dieron con él en un bosque del condado de Kent. Días después, se confirmó de manera formal su identidad. Habían encontrado a Everard.
DEMASIADAS MUJERES
Pruebas y dedos señalaron a un miembro de la policía metropolitana de Londres. A Wayne Couzens, encargado de patrullar las zonas blancas de Londres, desde Downing Street a las embajadas, se le acusó de secuestro y asesinato. Los datos que se destapaban sobre el policía caldeaban los ánimos. Unas semanas antes, Couzens había sido detenido en un restaurante por exhibicionismo. Los informes y las encuestas comenzaron, entonces, a anegar los titulares. Esto, aseguraban, no era excepcional. De acuerdo con la delegación de ONU Mujeres en Reino Unido, alrededor de un 97% de mujeres jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años, se han sentido sexualmente acosadas en lugares públicos. Cuando el rango de edad se abre, el porcentaje disminuye. Sin grupos segmentados de forma generacional, un 80% de británicas se ha encontrado en la misma situación.
SUGERENCIA RECHAZADA
Las protestas son un eco. Hace cincuenta años, a finales de la década de los 70, Leeds se revolvió. El Movimiento para la Liberación de las Mujeres se organizó en la calle. Su cántico era otro; el objetivo, el mismo. Ellas reclamaban la noche. A lo largo de un lustro, trece mujeres habían sido asesinadas en serie en Mánchester y Yorkshire. La policía dio a las mujeres de la zona un consejo similar al que ahora han repetido en Londres. Lo mejor, han recomendado, es que no paseen solas de noche. Ellas han propuesto otra solución. Piden que regrese el toque de queda. Uno solo para hombres.
Alrededor de un 97% de británicas jóvenes se han sentido sexualmente acosadas en un espacio público