Plantas que refrescan
Parece que solo con mirarlas ya nos alivian, pero no es un efecto óptico: las hojas de las plantas reducen la temperatura, también en pisos. En un salón soleado, combina vegetación alta y a media altura. Puedes empezar por una Palmera Pigmea o, a falta de luz directa, un Ficus Lyrata, vestido de hojas grandes casi desde la base. Para aquel hueco más alejado de la ventana, elige una Schefflera o una Kentia, que tolera el aire seco. A una segunda altura, podemos jugar con una Alocasia de hojas amplias o, en luz indirecta, la Monstera Deliciosa o Costilla de Adán, de grandes hojas imposibles. Riégalas por la mañana para que el frescor nocturno dure un poco más.