HERRAMIENTAS
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En su espacio, los accesorios no completan el vestuario, forman parte de él para reafirmar la identidad. Y hay que saber que, a pesar de su progresiva inmersión en el mundo de la moda, la mayoría de los hombres no pierden de vista la esencia funcional de las prendas, por mucho que a nosotras nos guste ver a Harry Styles con collares de perlas.
EL TRIUNFO DE LA CALLE
En el nuevo léxico de la moda masculina, el streetwear es esencial siempre que pueda combinarse con un guardarropa más tradicional. La generación Z -y hasta los millenials y los (okey) boomers- renuncian a la estricta etiqueta a la hora de vestir. El casual de ediciones limitadas es una nueva forma de entender el lujo. No nos atreveremos a decir que el traje masculino clásico no tenga su propia desescalada tras el coronavirus, pero lo cierto es que no volverá a ser el rey indiscutible. El traje homogeneiza y es neutral, los accesorios que ellos prefieren esta temporada y que os enseñamos en este reportaje cumplen la función contraria. Sin excesos ni extravagancias.
Recordemos. Su estilo es más relajado y quieren más libertad para poder ser creativos, pero es difícil que se enamoren de lo que no les sea útil. Sin embargo, la innovación les encanta: el tratamiento de materiales de forma moderna y tecnológica, la combinación de piezas para crear nuevas siluetas, la unión de contrastes y lo último de lo último en su accesorio favorito, ya sea una sneaker o un reloj. Prefieren comprar menos prendas que puedan mezclar de una forma mucho más libre y fresca. Y los accesorios ya no son algo independiente, sino una parte esencial para crear esta nueva silueta masculina.
Lo estás viendo en este reportaje: los zapatos clásicos reinventan los modelos tradicionales, las bolsas son perfectas para viajar o para soñar con el viaje, las mochilas se adaptan a la ciudad y sus nuevos horarios, las zapatillas no se limitan al ámbito deportivo y la eterna riñonera, sinónimo de calle, se ha convertido en un objeto de culto. Y de lujo. Porque nadie como ellos para apropiarse de la moda. Y reivindicar el armario masculino.