"Muchos de mis bodegones giran alrededor de un peine: es un objeto que me obsesiona, quiero explorarlo constantemente". La fotógrafa Cédrine Scheidig explora la multiculturalidad.
LA FOTÓGRAFA PERTENECE A UNA GENERACIÓN A LA QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN GUSTAMOS DE LLAMAR 'Z': MÁS POLITIZADA, LIBRE DE CATEGORIZACIONES Y OBSESIONADA CON LA DECONSTRUCCIÓN. UNA JUVENTUD QUE SE ESFUERZA POR CREAR COSAS QUE LA REPRESENTEN, GENEROSA, IGUALITARIA Y QUE RECHAZA LA NORMATIVIDAD. A TRAVÉS DE SU MIRADA SENSIBLE Y DELICADA, CÉDRINE SCHEIDIG EXPRESA LA POESÍA, LA NOSTALGIA, LAS LUCHAS Y LAS ESPERANZAS DE LO QUE ELLA LLAMA LA JUVENTUD "DE LA DIÁSPORA", LA QUE DEFINE SU PROPIA HISTORIA.
Cédrine Scheidig nació en 1994 en Bobigny, un municipio al noreste de París. Al alcanzar la mayoría de edad cambió el norte de Francia por el sur. En la Escuela Nacional Superior de Fotografía de Arlés, al borde de la Costa Azul y frente a las aguas del Ródano, aprendió a expresarse con la cámara. Hoy, esta joven fotógrafa y videógrafa es la flamante ganadora del premio que Dior otorga anualmente a un artista emergente de su disciplina. Su interés y capacidad para reflexionar sobre las identidades interculturales y las historias íntimas le han valido el galardón. Sus piezas se exponen hasta septiembre en Los Encuentros de Arlés, el festival de fotografía que cada año, desde 1970, llena la ciudad de instantáneas. Un escenario majestuoso para la obra de Scheidig y un reconocimiento a todas las creadoras de minorías raciales que, como ella (afrocaribeña), emplean el arte para construir una sociedad plural y abierta. ¿Puedes hablarnos de tu proceso de trabajo? Me gusta trabajar de forma fragmentaria, creando cada fotografía como una imagen independiente y agrupándolas después. Cada pieza se construye en torno a un gesto, algo inesperado que crea significado. Una exploración, un autodescubrimiento. Siempre parto de mi propia experiencia, mi identidad, y luego me alejo. El enfoque documental me parece problemático porque hay toda una genealogía de imágenes que son anteriores a las mías, y que no encajan en absoluto conmigo. Quiero dinamitar las representaciones de los medios de comunicación. Y, al mismo tiempo, mi trabajo se basa en un proceso de extracción de la realidad. Así que aquí es donde me sitúo, entre la verdad y la ficción, porque mi trabajo articula la identidad de la diáspora para incluir diferentes cuerpos a través de esta idea de doble pertenencia, de estar abierto a diferentes identidades.